Capitulo 6

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Voy a la habitación de Aaron y me recuesto en la cama, miro al techó y empiezo a cantar.

There's nothing I wouldn't do
To hear your voice again
Sometimes I wanna call you
But I know you won't be there.

De repente las lagrimas empiezan a salir.

—Mama, ¿porque me dejaste sola?¿porque?—me sumerjo en la tristeza, siento como si parte de mi no esta, y duele mucho.

—Mama, llévame contigo, no me dejes aquí, por favor—Gritó.

—Mama.

Lloro hasta que mis ojos ya no pueden mas y el cansancio me tumba.

............

Siento como alguien me toca el hombro, pero me siento muy cansada para abrir los ojos.

—Adelaide despierta, tenemos que irnos.

Irnos, ¿porque?¿A donde?

—Déjame.

La puerta se abre.

—Alfa ya esta todo listo.

—Bien lleven las cosas de mi luna.

Me sujeta y me lleva entre sus brazos.

—Suéltame, Aaron por favor, no me lleves.

Me ignora y sigue caminando.

—Por favor, no dire nada, lo juro.

El no me responde y sigue caminando.

—Por favor— abro los ojos que están ya hechos agua y las dejo salir.

Me entra en un coche y hace lo mismo.

—Vendrás conmigo por las buenas o por las malas, Adelaide, no quieres conocer mi lado malo, obedece.

Esta loco si cree que sere una sumisa.

—Que acaso no lo conozco ya—digo entre lágrimas.

—No tienes idea de como soy por las malas.

Lo miro y ruedo los ojos, idiota.

Me dedico a mirar por la ventana y llorar.

Nose cuanto tiempo a pasado ya, esta muy oscuro, el sueño me invade y aunque quiero combatirlo no puedo.

Aaron se da cuenta, me acerca a el y en minutos caigo en Morfeo.

............

Me levantó con un dolor de cabeza que ni cuento, abro los ojos a penas, y los cierro de una.

—Que sucede—dice Aaron.

—Mi cabeza duele.

Se levanta y sale del cuarto, lo escucho gritar pero no entiendo nada, mi cabeza va a explotar, acaso no tiene piedad.

Escucho la puerta, y en minutos Aaron se acerca, atrayéndome a su pecho.

Alguien entra y se acerca a nosotros.

—Aaron pone una pastilla en mi boca, negó pero la entra a la fuerza, «ojalá no sean drogas» trae un vaso a mi boca y me hace tomar, por suerte es agua.

La otra persona sale del cuarto y Aaron me recuesta en la cama, ¡que sueño tengo!

—¿Que me diste?—digo para desvanecerme, no entiendo que sueño es este.

.............

Me levantó. Busco las chanclas con mis manos y las pongo en mis pies, me dirijo al baño y me aseó.

ENAMORADA DEL REY ALFADonde viven las historias. Descúbrelo ahora