Decimo Quinto Capitulo

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—Si quieres ser mi perra, vendrás todos los días, ¿entendiste?—. Le da una fuerte nalgada-

—P-p-pero papi, ¿mi-m-m-mi familia no se preocuparía por mi si nunca estoy en ca-casa?— Dice Kyuka temblando por el temor y dolor en su trasero.

—Dudo que le importes a tu miserable familia, aun asi estarás aquí hasta las... 3, no irás al instituto— Dijo Yukelson, al saber que no le convenía que esta estuviera con él todo el dia, de ser así no pudiera ver a cualquiera de sus otras amantes.

—S-s-si amo—

Yukelson obligando a Kyuka a faltar al colegio como sea, la tiene a su merced todo el dia, repitiendo todos los días la misma rutina.

En una tarde, luego de tener relaciones intensamente, Kyuka se empieza a preocupar un poco por sus calificaciones.

Despeinada y revolcada entre las sábanas de Yukelson, Kuuka decide pedir permiso —p-p-papi, ¿te puedo pedir algo?—

—Bien sabes que yo soy el que da las ordenes y me debes complacer, pero habla, ¿que mierda quieres?—

—estoy un p-poco preocupada por mis calificaciones y lo que vayan a pensar en el colegio—

—¿Quieres ya ir al punto?—

—B-b-bien, ¿puedo faltar mañana para poder ir al instituto? Puedo decir que he estado enferma o cualquier cosa—

—Está bien, ahora vuelve a tu jaula si quieres que te de leche—

—S-s-si amo—

En camino a su casa, Kyuka revisa su celular que había estado confiscado por parte de yukelson.

F L A S H B A C K

Hace dos semanas, Yukelson intenta ponerle las esposas policiales a Kyuka, mientras ella intenta esquivarlo, ya que sabía que junto a esto venían los fuertes latigazos.

—No quiero que me des de nuevo latigazos, aún tengo las nalgas adoloridas y con moretones— Dice Kyuka alzando la voz

—¿Me estas alzando la voz? Si no lo sabes, aquí se hace lo que yo diga— La toma a la fueza y le coloca las esposas.

Yukelson va hacia otra habitación a buscar el pesado látigo.

Mientrastanto, pasa por la mente de Kyuka, aquella vez que uno de los presos le enseño a abrir unas esposas. policiales.

Kyuka toma un broche para el cabello que consiguió sobre la mesa, para su suerte, intenta doblarlo para luego introducirlo en las esposas y huir sin pensar en las consecuencias.

"Maldición, parece que en la vida real no es tan fácil" intento tras intento, fracasa.

Estando a punto de liberarse, Yukelson regresa con un látigo mas suave.

—Perrita, mira lo que compré para ti por portarte bie... ¡¿Que estas tratando de hacer?!—Tras ver aquella escena, Yukelson, corriendo, la toma por su cuello y la eleva, para luego arrojarla sobre la mesa fuertemente.

—¿con que escapando?—

—a-a-amo pedoname, no fue mi intención—

Acto seguido, Yukelson toma el celular de Kyuka, abre su caja fuerte donde tenía guardado municiones de drogas y algunas armar y arroja el teléfono de mala calidad de Kyuka.

No lo verás hasta que te portes bien. Me has decepcionado, voy a buscar el látigo grabde para que veas lo que pasa cuando te portas mal.

*Fin del flashback*

La maldición del EclipseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora