Decimo Cuarto Capitulo

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Kyuka despierta de golpe, sintiendo su frecuencia cardiaca alta, comienza a llorar, atormentada por todo.

Comienza a sentirse cada vez mas atrapada, mirando a su alrededor, el desordenado y sucio cuarto de Yukelson, pensando en por qué su vida ha tenido que pasar de desgracias en desgracias, sabiendo que su nacimiento era lo mismo.

Sin embargo, esa sensación de adrenalina que le causaba el peligro y el temor, hizo que Kyuka de alguna manera se excitara y amara a Yukelson aún más, mientras ya se autocomplacia por sí sola.

«Papi me hace sentir viva, hace mi corazon correr, al igual que yo lo haré  a donde sea que él esté»

Pasaron los días, de nuevo comenzaba la semana, y Kyuka iba alegre y decidida a olvidar todo lo sucedido al intituto, y busca de quien aprovecharse ahora.

En la hora libre, Kyuka y el asiático que no la paraba ver en las gradas hace unas semanas, no paraban de besarse apasionadamente en la plaza donde las personas del instituto solían besarse y manosearse de manera frecuente, siendo el centro de atencion por lo salvaje y repulsivo que se veian.

Al pasar los días, el asiático sentía mas atraccion por ella todos los días, le regalaaba cartaas de amor, dulces, insistia con hacerle la tarea, y tambien le regalaba juguetes sexuales como obsequios.

—Aquí tienes esto, para que imagines que soy yo y lo pruebes mientras lavas tu maravilloso cuerpo esculpido por Dioses en la ducha—

–Gracias mi amor, lo probaré toda la noche— Dice Kyuka con asombro e hipocresía, sonriendo mirando directo a los ojos al asiatico de color piel oscuro, sabiendo que lo usará pensando en Yukelson y nadie más.

Esa misma noche decide probarlo, ya que era el día que tenían agua disponible en su barrio.

Toma su toalla de baño y su jueguete y va entusiasmada corriendo a tomarse un baño en la vieja bañera de su casa, que por suerte, no tocó tomar el baño con ninguno de sus hermanos como pasaba seguidamente.

Mayu ve pasar corriendo rapidamente a Kyuka con algo en forma de miembro masculino, pero no alcanza a percatarse de lo que era.

—Hija,  ¿que es eso raro que llevas ahí?— Dice la abuela intento ver que llevaba su sobrina.

—Nada abuelita bonita, es un shampoo nuevo que me regalo mi novio del liceo— Dice Kyuka tratando de convencerla, con su sonrisa hipocrita de costumbre.

—Está bien– Dice Mayu credula, mientras piensa "Estos jóvenes de ahora si que ultilizan cosas de formas raras". Ya que ella nunca habia oido sobre los consoladores y menos visto uno, siguio viendo un canal del corrupto gobierno en la antigua y gigante television.

«Menos mal esta vieja metiche es bien piruja» pasa por los pensamientos de Kyuka, cuando a la vez se desprende de su ropa rápidamente, llena la bañera con agua que acababa de calentar en la cocina algo sucia y se recuestra. Enciende su consolador y lo introduce fácilmente a pesar de su gran tamaño.

«Ya cree este Chino feo que me lo voy a meter pensando en él si lo tiene bien pequeño»

Luego de varios movimientos entre fuertes gemidos, Kyuka empieza a temblar relajandose porque siente como llega el orgasmo a ella, hasta que siente como el jueguete le desprende una descarga eléctrica debido a la mala calidad y fabricación del jueguete, lo suficientemente fuerte para que quedara en su vagina un punto calvo y más oscurecido de lo que ya estaba.

Luego de esa mala experiencia, va a su cama con un fuerte calambre en su vagina, una sensacion de su piel quemada que le cuesta dormir.

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La maldición del EclipseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora