El auto se estacionó frente a la clínica.
"... Debí haber dicho que no"
Bakugo miró por la ventana del auto, el edificio se veía mucho más llamativo y estúpido en persona, los colores eran más brillantes y el letrero era cegador con tantas luces.
― Bien, ya estamos aquí, según el doctor Aizawa ya han enviado los archivos de Katsuki, así que solo hay que preguntar por la Doctora Emi.
Mitsuki y Masaru se miraron por unos segundos y luego voltearon a ver a su hijo quien todavía seguía mirando el lugar con una expresión de total desagrado.
"Me lo imaginaba"
Pensó su madre.
― Deberíamos ir bajando de una vez, no vamos a estar todo el día en el auto ¿o si?― comentó Masaru para aliviar la tensión.
― Tienes razón cariño ― Mitsuki abrió la puerta del coche y bajo, seguida de su esposo, pero no de su hijo. Miró al interior del auto y noto que el chico aun no despegaba la mirada de la clínica.
― Katsuki
Su padre había tocado la ventana por donde el rubio tenía la mirada perdida, lo que provocó que él saliera de sus pensamientos y bajara del carro.
Los Bakugo comenzaron a caminar hacia el edificio algo inquietos, sabían que una vez pusieran un pie en el lugar, no habría marcha atrás, pero Mitsuki y Masaru ya habían tomado una decisión, y Katsuki se había comprometido a algo, por lo que sin dudarlo un segundo, entraron.
― Buenas tardes, bienvenidos a HFC, ¿podemos ayudarlos en algo? ― saludo un joven de cabello negro y rizado quien se encontraba sentado detrás de un escritorio enorme.
― Ah, un gusto, mi nombre es Bakugo Mitsuki, venimos a ver a la Doctora Fukukado Emi.
El pelinegro asintió y con una sonrisa amable, tomó el teléfono que se encontraba sobre el escritorio.
― Por favor, espere un momento, ahora la llamo ― colocó el aparato cerca de su oreja ― ah, Doctora Emi... si... si... mire, la situación es que aquí en recepción hay una señora... si, se llama Mitsuki Bakugo... aja... si aqui esta... espere un momento. ― el muchacho de sonrisa amable volteo a ver a los Bakugo y preguntó ― ¿es usted Katsuki Bakugo?
― Ah, si, bueno, mas bien es mi hijo ― explicó Mitsuki mientras señalaba al rubio quien estaba sentado junto a su padre en las sillas de espera y tenía nuevamente la mirada perdida.
El muchacho solo sonrió con gentileza y volvió a la llamada.
― Doctora Emi... si... si, es el... de acuerdo... bien, lamento las molestias ― termino la llamada y colgo el telefono, se volteo hacia la señora Mitsuki y como ya había hecho varias veces desde que llegaron ahí, sonrió ― La doctora viene en camino, si gusta puede sentarse y esperar ― sugirió.
― Muchas gracias ― la mujer procedió a sentarse junto a su hijo quedando del lado izquierdo de este.
― Me pregunto que tipo de persona será ese doctora ― comentó Masaru.
Y justo en ese momento se escucho como alguien venía desde el pasillo principal y estruendosamente llegaba a la recepción.
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Terapias Con Amor
FanfictionTRASTORNO EXPLOSIVO ITERMITENTE Es lo que decía el diagnostico de Bakugo, y, gracias a eso, tendría que ir a una jodida clinica para jodidos locos, con unos jodidos doctores donde recibiría jodidas terapias. Aunque de cierta forma y sin saberlo, aq...