Décimo intento.

VI. El porqué de todo.

  Chompoo me dejó pensando. Hacía muchísimo tiempo no la había visto. Era cierto que ella y yo tuvimos una relación. No lo niego, el que Pete me dejara me destruyó completamente.

 Para empezar, nunca se aclaró el tema del hijo de Chompoo. Ella estaba totalmente loca. Loca desquiciada. Ella hizo lo imposible porque estuviésemos juntos, y cuando Pete y yo nos separamos, se encargó de usar mi dolor para poder estar juntos ella y yo. Yo fui un tonto, caí en su juego. Tenía tanto dolor que me estaba muriendo. Chompoo sabía que no la amaba, ella lo sabía, y yo también se lo dije.

 Pero es más fácil culparme a mí que hacerse cargo. Ella no comprendió la magnitud de las cosas, enloqueció. A los 25 años, perdió la cordura completamente. Estaba como obsesionada con que yo me casara con ella. Sigo aclarando que yo solo llevaba un mes en ese entonces con ella.

 Comienzo de nuevo. Pete y yo nos separamos y todavía no sé el por qué. Y pasaron 5 años. Cinco malditos años que no sé nada de él. Ni siquiera sé si está vivo o qué. Y diez años que lo conozco. Mañana se  cumplirían diez años que nos conocemos.

 Y si, me afecta. Me afecta como un loco. Pero por muchos años sufrí tanto por su amor que de alguna u otra forma me volví otra persona. Me gradué, compré un auto barato y tengo un departamento. No me casé, y tengo 27 malditos años sin saber en que dirección va mi vida.

 Pero eso no es lo importante. Fue cuando Pete me dejó que perdí el rumbo. Toda mi vida se había tornado oscura, sombría, asquerosa. Estuve muchas veces al borde de abandonar todo. Fue Pond quién logró sacarme de aquella mierda en la que estaba hundido. Y fue Pond quien me aconsejó que no saliera con Chompoo. ¿Le hice caso? ¡Claro que no! Y ese fue mi karma, y como había dicho antes, Chompoo perdió la poca cordura que le quedaba.

 El año antepasado comenzó su primera locura. Obligarme a volver con ella mediante amenazas de suicidio. Ella estuvo tantos años acechandome que no le costó mucho esperar por mi. Yo estaba ciego, o dolido. No lo sé, pero yo caí. Caí en su juego y le pedí para ser novios.

 Y la relación fue mucho más horrible todavía. Mucha violencia y gritos. Puede visualizar a Chompoo en el piso llorando o rompiendo cosas. O gritos y golpes a la pared. Eso destaco, yo nunca, nunca, golpearía a una mujer. Y jamás lo hice, a pesar de lo loca que estaba.

 Me separé y ella comenzó la fase dos de su locura. No sé como lo hizo, pero alguna u otra forma lograba encontrarme y acusarme de muchas cosas que no tenían un contexto lógico. Yo la entendía, al principio. Estaba enamorada, no sé. La primera vez que la rechacé fue porque estaba enamorado de Pete, pero ella no desistió. Y no entiendo por qué siguió intentando. PERO LO LOGRÓ. Y no solo logró dos meses de relación donde abundaba la violencia, sino que se embarazó sin mi consentimiento.

    Eso habrá sonado repugnante. Lo era. En dos meses de relación nunca tuvimos relaciones sexuales. No había tiempo. De por medio estaban los gritos y las peleas, no había tiempo para dormir juntos o mirar una película. Siempre había tiempo para ir a emergencias por cortes que se hacía Chompoo después de romper jarrones o cosas cortantes. O para todas las pastillas que ingería "por mi culpa". Lo lógico es que el hijo no fuera mío. Lo creí también al principio. Pues no, la vida no es un campo de rosas. Ella de alguna u otra forma, macabra, se embarazó. Y el hijo, resultó ser mío.

 Si fue violación o no, todavía no lo sé. Si denuncio algo así, se me hubiesen reído en la cara. Y no estuve muy contento con el embarazo. Pero el bebé nació igual, y ella por venganza, lo regaló.

 No estaba mintiendo cuando decía que Chompoo estaba completamente loca.

   Todos los años siguientes me pasé buscando a mi hijo. Nunca me quiso decir donde lo tenía. Y aunque denuncié, nunca lo pudieron encontrar. Fue en ese entonces que Chompoo murió para mí. Y ayer se apareció nuevamente. Y todo esto me da mucha mala espina, pues el haber perdido tanto en mi vida me da qué pensar.