Pareja:Soukoku
"Así que puedes arrastrarme a través del Infierno.
Si significa que podré sostener tu mano, te seguiré."Lo único que Dazai ha querido toda su vida, curiosamente, es la muerte, y sin embargo, no solo nunca lo consigue, sino que sus propios compañeros de trabajo han frustrado varios de sus intentos de suicidio, lo cual le resulta sumamente molesto, pero no puede hacer la gran cosa al respecto.
Puede entender que la gente en la Agencia Armada lo haga, incluso cuando no ha interactuado demasiado con ninguno de ellos y se ha esforzado en ser un verdadero vago hijo de puta, ellos se preocupan por él, así que es comprensible que lo cuiden, muy a su pesar. Pero ésta situación no es nueva, en la Port Mafia ya había alguien que lo hacía, cierto pelirrojo de muy mal carácter....
Alguien que nunca tuvo necesidad de cuidarlo, especialmente por lo mucho que dice odiarlo, simplemente no logra entenderlo.Se le pasó el día intentando averiguar la razón por la cual Chuuya le protegía, y es que siempre había sido de esa forma, él trataba de matarse y como por arte de magia, llegaba Chuuya con su porte de diva, le salvaba la vida y le daba una patada en el trasero mientras le regañaba, y él estuvo bien con eso, de alguna manera, le gustaba sentirse importante... Pero no significa nada ¿O sí? No, imposible, es estúpido...
Y sin embargo le es imposible sacárselo de la cabeza...
El castaño ha llamado a Chuuya en un impulso, le ha pedido que se vieran en el bar, pero no es una cita, simplemente tiene algo de suma importancia que preguntarle, como sabe que el pelirrojo no le contestará de buenas a primeras, espera hasta que éste esté lo bastante borracho, cosa que francamente no es muy difícil de conseguir, a decir verdad.
-Oye ChuChu
-¡No me digas así, tarado!-
Chuuya trata de golpearlo, pero está tan ebrio que ve doble y no le acierta.
-¿Por qué siempre me cuidas?-
El pelirrojo lo mira frunciendo el ceño como si no lograra comprender del todo la pregunta.-Ya te lo dije una vez, bastardo, que sólo morirás el día en que yo te mate-
Pero esa respuesta parece una excusa, y Dazai no está conforme. Hay pocos clientes en el bar, y nadie les presta atención alguna, así que el castaño se inclina sobre su acompañante, como si fuera a darle un beso, no va a hacerlo, solo trata de poner al otro en apuros para que de esta forma conteste su pregunta, así es Chuuya, si lo presionas lo suficiente, te dirá lo que quieres saber, pero eso sí, primero te dará la paliza de tu vida.El contrario se sonroja bastante por la cercanía, pero en su defensa, puede culpar perfectamente al alcohol por ello.
-Está mintiendo Chibi~ Sé cuando lo haces-
Tan cerca... El maldito bastardo se está aprovechando de la situación, poniéndole nervioso..
Bien le dijo Kouyou que no podría ocultarlo por mucho tiempo, pero ahí iba él de necio, si ¡Hasta Mori se había dado cuenta! ¡Incluso le había insinuado que si quería, él podía hacer de mediador entre ellos! Era una idea terrible.-Si no vas a besarme, aleja tu horrendo rostro de mí, desperdicio de vendajes.
-¡Qué malo eres, Chuuchuu! ¡Y yo tratando de ser romántico!-
El pelirrojo se acabó el vino que había en su copa y pidió otra botella, de todas formas mañana no tendría que trabajar hasta bastante entrada la noche.
-Porque eso es lo que haces cuando amas a alguien, proteges a esa persona con tu vida. Incluso si es un maldito desperdicio de vendajes andante, con instintos suicidas,el cerebro de un mosquito y un imbécil de primera-
Osamu tardó un rato en comprender que esa era la respuesta que estaba buscando.
Y así, damas y caballeros, fue como Nakahara Chuuya se le declaró involuntariamente a Dazai Osamu, una noche cualquiera en un bar, dejándole con la boca abierta y cara de idiota por un buen rato, el cual fue interrumpido cuando el mismo pelirrojo le arrojo un vaso con agua encima, para sacarlo de su estupefacción.
De eso hacía ya 6 años, pensó Osamu con una pequeña sonrisa, 6 años desde que se le había declarado, 3 desde que se casaron, claro que, no todo había sido color de rosas, pero se las arreglaban, recordaba una frase que Chuuya había dicho en los votos de su boda, y que le tenía pensando.
Era algo como "Yo seré tu gravedad y tu serás mí oxígeno, así que cava dos tumbas, porque cuando mueras te juro que me iré a tu lado".
Eso había sido muy romántico, pero tenía la impresión de haberla escuchado en algún otro lado antes.Y bien dice la gente que la curiosidad mató al gato, cuál no sería su sorpresa al descubrir que... ¡Sus votos matrimoniales fueron una completa farsa!
¡Chuuya le había dicho la letra de una canción de Bring Me the Horizon como sus votos matrimoniales!
Dazai estaba que echaba humo, y fue directo a reclamarle, 3 años después, bien dicen que nunca es demasiado tarde ¿No?.Encontró a Chuuya en la sala,la cual su esposo usaba de vez en cuando como sala de entrenamiento, cuando no tenía ganas de salir de la casa que compartían para ir al gimnasio, el pelirrojo estaba concentrado en sus ejercicios, el sudor recorría su cuerpo, y la ropa deportiva marcaba muy bien su esbelta figura y su, aunque sea Osamu quien lo diga, perfecto trasero.
El punto es que el castaño se quedó embelesado viendo el trasero de su marido que hasta se le olvidó qué carajos iba a reclamarle, lo miró tan fijamente que Chuuya se percató de su mirada y como buen esposo que es, le lanzó un zapato, dándole en la cabeza para que reaccionara, podrían estar casados, pero él es Nakahara Chuuya, ejecutivo de la Port Mafia, y no acepta que nadie le mire el trasero de forma tan lasciva, ni siquiera su marido.
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One Shorts Soukoku Y Otras Parejas
Fiksi PenggemarSerie de One Shorts dedicados no sólo al Soukoku, sino también a otras parejas no relacionadas a BSD.