Capítulo 5

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-Será gilipollas- oí a Bonnie quejarse al otro lado de la línea- como le vea le arranco las pestañas.

-Vamos Bonnie- me empecé a reír- tu no le harías daño ni a una mosca.

-Déjame- sabía que estaba poniendo un puchero, por lo que me reí más- No te rías, no es gracioso.

-Vale, ya me calmo, ¿estás mejor?

-Sí... ya sabes, solo era lo de siempre, el mareo, fiebre y luego a otra cosa mariposa. ¿Y tu?

-Bueno, aun no se cuánto estaré sola, mi madre no me dijo cuántos días iban a estar de viaje.

-Ya te he dicho que te vengas aquí conmigo, sabes que a mi madre no le importa. Además, es ella la que no para de insistir que te convenzca para que te quedes con nosotras.

-Cada día quiero mas a tu madre.

-Espera... han llamado a la puerta- escuché como alejó el teléfono de su oreja y sus pasos dirigiéndose hacia la puerta. Oí como abrió, para después como el teléfono cayó al suelo y vagamente alcancé a escuchar un "¿Tú que haces aquí?" seguido de un grito.

-¿Bonnie?- pregunté empezando a asustarme- ¡¿BONNIE?!

-Bonnie está ocupada ahora mismo- esa voz... hijo de puta. ¿No nos pueden dejar en paz?

Cogí la chaqueta y salí corriendo a la casa de Bonnie que estaba a 2 manzanas de la mía. Me tropecé varias veces cuando me aproximaba a su puerta, la cual estaba abierta, y se oían golpes desde el interior. Entre a trompicones y subí las escaleras lo más rápido que mis pies me lo permitían.

No me esperaba lo que me encontré.

Mi cabeza había imaginado mil escenas posibles, menos esta.

Ese chico, Michael, estaba sentado en el suelo, apoyado en la puerta del baño, esta siendo golpeada por quien creo que era Bonnie, intentando salir.

-¿Qué? A tocar los huevos otra vez, ¿no?- gruñí apoyándome en la puerta.

-Básicamente- se encogió de hombros y comenzó a tararear, siguiendo el ritmo con los pies.

-Venga, quita de ahí- me acerqué y de di una patada en el muslo.

-No hasta que tu amiguita acepte- se sobó la parte golpeada sin abrir los ojos.

-Bon, ¿qué tienes que aceptar?

-Una cita con este mamarracho- la voz de Bonnie salió distorsionada desde el baño.

-¿En serio? ¿Una cita?- resoplé con burla.- ¿ para eso montas esta? Venga, Bon, dile que sí y acabemos con esto.

-Já, ¡ni muerta!- la aún amortiguada voz de Bonnie apareció de nuevo.

-No jodas, enana.- suspiré con resignación- Mira, David el Gnomo, yo me encargo de que no se pierda la cita, ¿vale? Ahora tira, que ya estás tardando.- le señalé la puerta con la mano, moviéndola y chasqueando los dedos como  si le estuviese hablando a un perro. Bueno... no es que que situación no se pareciese.

-Ah, ¿que no te lo he dicho? Tú también vienes, morenita.- el chaval me guiña un ojo antes de trotar por el pasillo. -¡El viernes en Ministry of Sound, más vale que estéis ahí!

-Ya, lo que sea.-ruedo los ojos y aparto la silla de la puerta del lavabo, la cual bloqueaba el picaporte. Esta se abre, dejando ver a Bonnie sentada contra la bañera, cruzada de brazos y con el ceño fruncido.

-No quiero salir con ese tío, joder. Huele a porro podrido.- se levanta de un salto, sacudiendo la mierda de su falda blanca antes de coger su bolso de la taza del váter y tirar de mi mano para salir de su casa.

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⏰ Última actualización: Dec 08, 2015 ⏰

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Compulsive Junkie L.TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora