Él

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Esa ventana tenía la vista panorámica más hermosa que jamás había visto en mi vida.

El aire de la habitación estaba impregnado de un olor a shampoo, él también olía así.

Arriba y abajo galopamos hasta que nos agotamos, aunque el ambiente era frió en su cuello resbalaba una gota de sudor que termino su recorrido en mi piel. Y la ventana abierta me preocupo; aunque no creo que alguien me haya visto sobre él, o a él sobre mí. Y, si fuera así, ¿qué?.

Las sábanas blancas parecían brillar con el sol y su piel resaltaba ¿o era su piel la que brillaba?.

La suave madera crujía bajo nosotros, y entonces no solo el shampoo estaba en el ambiente, ahora se mezclaba el pino.

El aire rozaba las hojas de los árboles y su corteza, los podía oír, y luego también sentí su suave caricia en mi piel, nuestra piel. Y sus labios sobre mi espalda se sentían como algodón.

El shampoo resbalaba de su cabeza bajo la ducha, burbujas salían disparadas y se estrellaban en mi cara y reía, y él también reía. Su rostro se sentía tan suave, delicado, bajo mis dedos mientras le esculpía una barba de espuma. Y ahora no solo olía a shampoo y pino, también se mezclaba la menta.

El agua recorría mi cuerpo ¿o eran sus dedos?. Y estaba helada, pero juro que la sentí caliente y mire el vapor salir de nuestra piel.

Ahora todo está quieto, él esta apacible. Lo escucho respirar y luego le miro.

Contigo me siento en la cima de lo extraordinario. Y que agradable es la vista desde aquí. 

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