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💎𝔻𝕀𝔸 𝟜💎

"𝚃𝚑𝚎 𝚊𝚛𝚝 𝚘𝚏 𝚕𝚘𝚟𝚎 𝚒𝚜 𝚕𝚊𝚛𝚐𝚎𝚕𝚢 𝚝𝚑𝚎 𝚊𝚛𝚝 𝚘𝚏 𝚙𝚎𝚛𝚜𝚒𝚜𝚝𝚎𝚗𝚝"
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Natasha había tenido la suerte de llegar a casa a tiempo el otro día para tomar el sol, porque hoy era imposible. La lluvia caía como nunca antes. No había visto una sola alma en la calle cuando conducía su automóvil al trabajo, por lo que esperaba un día largo y solitario en la galería.

"María, no tienes que venir hoy. El único cliente que tendremos hoy seré yo, bebiendo todo el café". Natasha le dijo a María por teléfono.

"Gracias a Dios. En realidad estaba planeando llamar por una falta. Creo que tengo un ..." María estornudó y Natasha se echó a reír.

"¿Un resfriado, tal vez?"

"Sí exactamente." María dijo, riéndose un poco.

"Bebe mucho té y no salgas. Llámame si necesitas algo". Dijo Natasha, sonriendo.

"Ten cuidado, Natasha. Advirtieron una tormenta en la radio".

"Estaré leyendo todo el día. No te preocupes. Espero que te sientas mejor pronto".

"Gracias, Nat. Te hablaré más tarde". Natasha colgó y suspiró un poco. Este seguramente sería un día muy largo.

Natasha pasó la madrugada limpiando en la tienda de regalos y poniendo nuevos libros y materiales de arte en los estantes. Luego dio un paseo por la galería de arte dos veces para ver si todas las pinturas estaban perfectamente ubicadas en el lugar, y así era. Así que volvió a la tienda de regalos y se llevó las manos a las caderas. ¿Qué se suponía que debía hacer ahora? La lluvia golpeaba fuerte y claro contra la ventana y el viento emitía algunos gritos de vez en cuando, haciendo que Natasha saltara de miedo, pensando que había alguien que realmente gritaba. Natasha se sentó en el mostrador de la tienda de regalos con las piernas balanceándose en el aire, leyendo un libro terriblemente aburrido cuando algo le llamó la atención.

Miró por la ventana y una expresión de sorpresa se quedó en su rostro. "Tienes que estar bromeando ...", dijo.

Steve luchó con su paraguas afuera de la galería. El viento atrapó la tela negra y, tan fuerte como Steve intentó sostenerla, el paraguas se rompió por completo. Natasha se rió entre dientes y Steve entró en la galería. Estaba empapado, de pies a cabeza.

Steve sonrió al ver a Natasha, quien sacudió la cabeza. "Está lloviendo." Steve dijo.

"No, en serio." Natasha sonrió. "¿Caminaste aquí?"

Steve asintió con la cabeza. "No hay nada mejor que aire fresco durante un día lluvioso".

"Eres imposible."

"Bueno, gracias."

Natasha saltó del mostrador y fue a buscar una toalla. "Prefiero no tener agua en toda mi galería". Dijo cuando le entregó la toalla a Steve.

"Tu galería, ¿eh?" Dijo, tomando la toalla y comenzando a secarse el pelo.

Natasha le dio un pequeño asentimiento. "La gente normal no visita una galería de arte en un día tormentoso como este".