Hanaki disease 2.
Mangelito.Lolito jamás se había sentido a tan masoquista pero en ese momento miraba aquella invitación en el tren que lo regresaría a Karmaland, ¿podría decirle que no a Auron? Por supuesto que no y Auron le había pedido que fuera su padrino de bodas así que estaba de regreso solo para ver lo bien que le iba al lado de la persona que Auron realmente amaba, ya no podía ser egoísta por lo que simplemente se haría a un lado esperando poder al menos morir viendo su sonrisa... pensar que se había ido pensando ahorrarle dolor a la pareja y que ahora volvía solo porque su corazón se enloquecía de felicidad con el simple pensamiento de Auron era algo bastante extraño sin embargo no se arrepentía, al menos podría despedirse de él, incluso con suerte sería encerrado cerca de él.
Había llegado después de dos días de viaje y con su apretado traje miraba fijamente las puertas de la iglesia de Karmaland resistiéndose a entrar mentalmente hasta que por fin lo hizo no pudiendo evitar sonreír, Auron se veía nervioso pero extremadamente guapo con su traje blanco mientras esperaba paciente por el inicio de la boda dentro de media hora. No había visto a Luzu pero seguramente se vería también hermoso, hecho a la medida para Auron como solo el emo podría verse y en el fondo, Lolito lo odiaba con fuerza por ello, por estar hecho para ese hombre del que el pelirrojo había tenido la desgracia de enamorarse.
La boda había sido Perfecto, Lolito solo tuvo que contener el vomito hasta que logró llegar al baño donde simplemente dejó salir todo lo que significó un litro de sangre lleno de pétalos de flores y algunas espinas, no era algo bonito de ver pero estaba tan acostumbrado que solo lo dejó pasar. Alzó la cabeza mirando al lugar del que otro sonido de vomito provenía sintiendo algo de preocupación pues tal vez uno de sus amigos estuviera en peligro.
Mangel llevaba muriéndose el mismo tiempo que él, sus ojos habían perdido color mientras que se había descuidado por completo, rápidamente Lolito se dio cuenta porque al ver cómo Rubén atrapaba el ramo y se lo daba a Samuel anunciando a gritos su compromiso con una expresión de felicidad que hizo a Mangel tener que ir a vomitar una enorme cantidad de margaritas que adornaron el suelo rápidamente tiñéndose de rojo, el de cabellos anaranjados simplemente le sonreía comprensivo y apretaba su mano para hacer menos duro el proceso.
Era un acuerdo extraño al que habían llegado pero vivir juntos no era tan malo de hecho para ambos estaba bien no esperar por la muerte solos, cada día eran más flores y sabían que no superarían ese mes así que tenerse el uno al otro era un consuelo, habían comenzado a reír de nuevo, a jugar de nuevo, a disfrutar de nuevo lo que para ambos era maravilloso, estaban viviendo un pequeño Paradiso antes de irse sintiendo que el mundo estaría bien mientras ellos se encerraban en esa pequeña burbuja de felicidad llena de besos y el inicio de un nuevo amor que florecía de manera demasiado lenta.
Habían pasado dos meses de la boda de Auron y el psicólogo del pueblo estaba buscando a Lolito para darle las noticias maravillosas que le hacían tener la sonrisa más grande de toda Karmaland. La puerta fue tocada unas diez veces hasta que el impaciente psicólogo harto de esperar la derribo.
Esa casa llevaba al menos cuatro días sin mantenimiento o alguien viviendo ahí, el lugar estaba lleno de polvo y la comida olía algo mal por haber estado fuera demasiado tiempo. Al ver esto Auron se apresuró a buscar a Lolito corriendo por toda la casa con un mal presentimiento golpeando su pecho sin encontrar nada hasta el momento en que finalmente llegó al jardín y no pudo si no llorar marcando el número de Rubén, aquello era una emergencia.
Estaban tomados de la mano bajo un árbol, sus regazos cubiertos de pétalos mientras que se acurrucaban de manera adorable... era algo precioso de ver siendo sincero, una escena de amor verdadera. Fueron enterrados bajo ese mismo árbol bajo el que creció un campo de flores donde los pequeños Erick y Daniel jugaban a ser los héroes de Karmaland con sus padres vigilándolos sin poder olvidar a sus amigos cuya casa de muerte aún no era determinada, tenían miedo de que hubiera sido una bruja maligna o algo así, los seis héroes que habían sobrevivido juraron venganza en cuanto averiguaran lo que había pasado sin embargo es triste pensar que lo único que había ocurrido eran tres corazones rotos que se habían convertido en flores.
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Karmaland One-Shots (AU)
FanfictionHare one shots de lo que se me ocurra no necesariamente con lógica o continuidad.