❀𝒔𝒎𝒊𝒍𝒆❀

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Recuerdo el momento en que te conocí no fue cuando todos los pilares planeaban cortarme la cabeza por cometer un tabú, en ese instante tu estabas en una misión por lo que me quede con que solo existian 9 pilares.

Ese día estaba muy perdido del mundo, luego de una misión en la cual sufrí graves heridas y con ellas perdidas de seres inocentes.

Y con ellas, la de Rengoku-san...

Unos días después de haberme mejorado de las heridas, fui llamado por Ubuyashiki-sama, además de que quería pedirle su consentimiento de poder visitar a la familia del Pilar de la llama y darles las últimas palabras de este.

Recuerdo las frases de Ubuyashiki-sama, claramente, gracias a el, te conocí...

- Tanjirou-kun, puedes ir -El hombre me sonría como habitualmente lo hacía- pero me gustaría que fueras a hablar con la pilar de la paciencia, te puede ayudar a aliviar ese dolor por la muerte de Rengoku.

- Gracias, Señor pero estoy bien.

- Ve al jardín de glicenias, ahí esta ella, te aseguro que encontrarás la paz.

No comprendi sus palabras a la primera, no al menos hasta que fui al jardín, no lo conocía pero al parecer era una reserva especial para medicina.

Ahí te vi, sentada en una banca manteniendo tus ojos cerrados, tu cabello verde tomado en una coleta, tus manos juntas en tu frente.

No pude evitar sonrojarme, era claramente una Pilar, una muy hermosa.

- Un gusto, Kamado-san.

A penas tu melodiosa voz llegó a mis oídos una paz inundo mi cuerpo, había entendido las palabras del maestro.

Habia encontrado paz, por tus bellas palabras, por la tranquilidad que expresabas, y sobre todo por que compartíamos el mismo dolor. Rengoku-san era importante para ti pero podías saber que el estaba descansando.

- Tanjirou-kun, el te dijo que no te preocuparas e igual lo hiciste -Sonrió- es entendible... Pero te pido de parte de el que sigas adelante, que expreses su nombre ante los demás, que demuestres lo que aprendiste de él.

Habias tomado mi mano, mientras me sonreias, una sonrisa que me dio la suficiente fuerza para seguir adelante hacia los obstáculos que debía enfrentar para conseguir mi meta.

- ¡Muchas gracias, Hayashi-san!

- Por favor... Llamame Hekima -Sonrisa de nuevo-

Y ese gesto, hizo que mis ganas de vernos nuevamente aumentaran.

Tus Recuerdos - Kimetsu no Yaiba x (O.C)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora