IV

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«El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo»

°

Entre las paredes de aquel pasillo, decidimos olvidarnos de todo y de lo que realmente estábamos haciendo aquí. Mis piernas estaban temblando aunque justo ahora no me preocupaba caer si era en sus brazos.

Juntos, nos sumergimos en una peligrosa burbuja que poco a poco se llenaba de agua amenazando con dejarnos sin aire, hasta el punto que mis pulmones comenzaron a gritar por oxígeno pero el resto de mi cuerpo no dejaba de gritar por la persona frente a mi, la misma que sostenía tan delicadamente mi rostro con ambas manos.

Es verdad que nos hemos besado antes pero esta, es la primera vez que lo hacemos lejos de las cámaras y de los espectadores. Sin la voz de alguien diciendonos que hacer, ni como reaccionar, sin guiones que nos marquen el tiempo o nos indiquen como hacerlo.

Y lo más importante, sin la obligación de hacerlo perfecto, en este pasillo donde solo estamos él, yo y todo el amor que no puedo seguir escondiendo, luchamos por seguirle el ritmo al corazón.

Y aunque después de separarnos no tuve el valor de mirarlo a los ojos, ese beso me fue suficiente para entender que no era el único sintiendo

- Gracias -

Mew habló tan claro y con una seguridad tan fuerte que puedo jurar que robo las palabras de mi boca, era yo quien debía estar agradecido por que correspondieran mis sentimientos, pero en este momento no podía pensar en las palabras correctas para poder transmitir todo lo que me provocaba

-  ¿Hay algún problema chicos? ¿Porqué no han salido? Los están esperando allá afuera -

Como si se tratará de un bote de agua helada esas palabras nos hicieron volver a la realidad, no sin antes prometernos con la mirada que hablaríamos después, porque tenía el presentimiento que ninguno estaba dispuesto a fingir que ese beso no había pasado, definitivamente no íbamos a dejar morir un sentimiento que apenas veía la luz.

Llegamos apresurados al escenario, yo luchando por borrar ese sonrojado color de mi rostro y Mew con la sonrisa más grande que le había visto, aguantando las miradas de nuestros compañeros, entre las risas de los fans y las obvias indirectas del presentador, continuamos con el evento.

Estando allí arriba, me di cuenta que solo con Mew ninguna de esas cosas me hacían sentir extraño, al contrario, me sentía tan feliz que incluso me dí el valor de molestarlo un poco y me deje llevar como hace tiempo no lo hacia, en un lugar donde mis sentimientos estaban claros y mi corazón gritaba a cada segundo su nombre.

Me sentía tan bien que el tiempo se fue volando y de un momento a otro me vi en los brazos de Mew dando vueltas en el aire, en un abrazo que daba por terminado el evento y un día de trabajo bastante cansado para todos.

Nos despedimos y regresamos a los camerinos, a pesar de eso en ningún momento desde que bajamos del escenario soltamos nuestras manos.

Y siendo un poco honesto, era algo que me gustaba desde el día en que lo conocí, me daba tanta seguridad tenerlo cerca que incluso cuando salíamos de manera informal caminábamos juntos de la mano.

O cuándo teníamos problemas, si peleábamos, yo sabía que bastaba con acercarnos y sin decir nada poder jugar con sus dedos entrelazandolos con los míos, así, con el simple roce de nuestras manos era suficiente para escucharlo decir "sabes que nunca podría enojarme contigo" y todo volvía a ser como antes.

Teníamos al equipo de producción desmaquillandonos y arreglando todo para el siguiente evento, el ambiente estaba hecho un caos pero aún así era un caos bastante organizado

Con bastantes cosas por hacer, sin contar que aún debía cambiarme, fui viendo cómo se iban todos hasta que el lugar quedó vacío, me encontraba sólo o eso pensaba cuando me llegó un mensaje de texto, mismo que mandó una corriente eléctrica a todo mi cuerpo e hizo que recuperará toda la energía había perdido, Mew decía que estaba esperando a que estuviera listo para llevarme a casa como lo había prometido después de aquel beso.


Apresurado regrese al baño para terminar de cambiarme, pero sobre el espejo, justo al centro, estaba una pequeña nota, en ella habían tan pocas palabras que no puedo creer que aún así fueran capaces de regresar de golpe la ansiedad a mi cuerpo, me golpeó tan fuerte que me olvide de la felicidad que me invadía y nuevamente quedé vacío.

"Aléjate de Mew"

No había pasado ni un minuto cuando la puerta detrás de mi se cerró con fuerza y las luces se apagaron, sacándome de mis pensamientos y dejándome encerrado dentro de este silencioso cuarto.

En ese momento mi piel despertó, sentía el sudor frío recorrer mi frente mientras escuchaba los latidos de mi corazón golpear contra mi pecho, apretando mis pulmones, provocandome desesperación por la falta de aire y haciendome recordar todo lo que había pasado antes de salir al escenario.

Recordé la sensación de alguien vigilandome, como si fuera una presa a los ojos de un cazador que seguía todos mis movimientos, una persona con perfil bajo que se mantenía al asecho esperando cualquier error, cualquier oportunidad para atacarme y herirme de muerte.

Y lo había logrado, conmigo aquí solo, me había convertido en un blanco fácil, totalmente vulnerable, muerto de miedo y a la espera de un inminente ataque.

°

El efecto mariposa, un increíble fenómeno, tan simple como que un pequeño cambio, una variable inesperada o tal vez un beso correspondido, con el tiempo puede traer consecuencias enormes.

Pero había un problema, en el fondo sabía que ese beso no era mi mariposa, ese beso se había convertido en la razón que llevó a mi mariposa a agitar sus alas con tanta fuerza que terminó por derribarme.

Y al mismo tiempo se convirtió en algo que me preocupaba, un sentimiento de angustia al no saber cómo protegernos de lo inesperado, un sentimiento que me dejó sólo, esperando que aquel inevitable huracán llegara.

Porque no faltó mucho tiempo para darme cuenta que aquella mariposa que agitó sus alas con tanta fuerza e hizo reventar nuestra burbuja, tenía un nombre y un rostro que conocía muy bien.

Hold Me TightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora