Sterek, Scisaac, Sciam, etc

Sábanas

"Deberías lavar las sábanas".

Esa oración la había escuchado demasiadas veces, pero aún así no hacía caso. El quería seguir oliendo el olor que desprendían las sábanas en las que estaba envuelto. El olor. Su olor.

Su olor era una mezcla de barro y bosque. Esas sábanas eran lo único que le hacían recordarlo bien, ya que aunque tuviera fotos y objetos, nada se parecía ni hacía el mismo efecto en él.

No lo entendía, ¿tan mal lo había hecho que quiso irse y alejarse de él? Aspiró profundamente su olor, cerrando los ojos y haciendo que apareciera en su imaginación.

Como todas las noches, se había acostado y se había introducido entre las sábanas, para reconfortarse con su olor.

Rebeldes lágrimas salieron de sus ojos y murieron en las sábanas. Todo era culpa suya, si tan solo no le hubiera dicho que lo amaba, posiblemente él seguiría ahí.

Flashback

Otra vez la misma historia, otra vez iba a su loft para "hacer el amor" como decía él, aunque para Derek seguro que sólo era sexo y diversión.

Suspiró cansadamente y tocó a la puerta. El pelinegro abrió con la misma mirada de siempre, pero frunció aún más el ceño cuando olió la tristeza, frustración y dolor, emanar del cabizbajo castaño que tenía delante. Había notado que Stiles ya no sonreía tanto como antes.

Sacudió esos pensamientos de su mente y tiró del brazo del ojimiel, cerrando la puerta y lo estampó contra la pared. El menor soltó un quejido de molestia.

-¿Qué pasa Stiles? Mejor no digas nada y vamos a la cama ya -lo besó y se dio cuenta de que ahora el castaño lo miraba a los ojos con sinceridad.

-Derek yo... -Stiles no sabía cómo decírselo- t-te amo -.

Derek se soltó de él y lo miró con una mirada fría, la cuál apenas utilizaba últimamente, pero en ese momento lo miraba así.

-Fuera -el pelinegro no demostraba ninguna emoción.

-D-derek, y-yo... l-lo si-sien-to -.

-¡Fuera! -rugió cerca de su cara y demostrando sus colmillos.

Stiles se aterrorizó ante esto y salió corriendo por la puerta hacia su coche, conduciendo hasta su casa, para al fin derramar las lágrimas que llevaba aguantando durante todo el tiempo.

Fin del Flashback

Desde entonces, no había aparecido y él iba a su loft, para oler las sábanas y recordar los buenos momentos que habían tenido, porque sí, los habían tenido.

"Si tan solo no se lo hubieras dicho" se dijo mentalmente, mientras leves sollozos salían de su boca.

"Ya no volverá, por tu culpa" pensó y se cubrió la cara con la almohada para que no se le oyera.

-Stiles -.

"Maldito loco, no intentes imaginártelo, ¿es que aún no has tenido suficiente?"

-Stiles mírame -.

-No -dijo en un susurro el castaño, dudando de su cordura, con la cabeza aún cubierta por la almohada- no quiero, no eres de verdad, solo eres producto de mi imaginación, como las otras veces, déjame -.

El pelinegro se sintió miserable, había estado hundiendo al castaño cada vez que lo utilizaba y lo había dañado tanto al rechazarlo y desaparecer, que lo había destrozado totalmente. Y admite que había ido varias veces a observarlo en la distancia, viendo cómo olía sus sábanas y esa noche, cuando lo había visto llorar, había sido la gota que colmaba el vaso.

-Si fuera producto de tu imaginación, ¿haría esto? -le preguntó quitándole la almohada de la cara y besándolo suavemente, haciendo que Stiles abriera los ojos con sorpresa- lo siento, no debería haberme ido, perdóname, por favor, nunca me había dado cuenta de lo mucho que me hacías falta -le susurró al oído mientras lo abrazaba.

-No vuelvas a dejarme por favor -Stiles se abrazó a Derek fuertemente y hundiendo la cara en el pecho del mayor, con el miedo de que su imaginación volviera a hacerle pasar una mala jugada.

-Te lo prometo -el castaño se dio cuenta de que aquello era real y besó a Derek con desesperación.

-¿Por qué te fuiste? -.

-Necesitaba aclarar mis ideas y me di cuenta de una cosa -.

-¿De qué? -.

-De que te amo -respondió Derek, notando cómo el corazón del ojimiel se aceleraba.

-Y-yo también t-te amo -.

El pelinegro sonrió y volvió a besar a Stiles, secando las lágrimas de sus mejillas. Se tumbaron en la cama y Derek se separó de los labios del castaño.

-Deberías lavar las sábanas -el castaño sonrió ante esto y se abrazó al ojiverde aún más.

La verdad, nunca supo que escuchar eso le iba a hacer tan feliz, aunque era obvio el por qué. Ahora que tenía a Derek no le hacía falta nada más.

Stiles se quedó dormido entre los brazos del mayor, el cuál lo miraba con una ternura y amor infinitos.