Sterek, Scisaac, Sciam, etc

Kiss me

Maldito sea Derek por estamparlo contra todas las paredes que encontraba para amenazarle. Tenía la espalda hecha polvo.

Con un suspiro dejó caer todo su peso en la cama, notando cómo se le relajaban los músculos de la espalda. Volvió a suspirar contra la almohada y comenzó a maldecir.

-Maldito idiota, no podías molestar a otro, no, ¿para qué si ya tienes a la víctima perfecta? -se quejó sarcásticamente.

Inmediatamente se sintió observado, haciendo que su cuerpo se se tensara y se quedara inmóvil. Cuando pudo moverse un poco, fue girando lentamente hasta encontrarse con un par de puntos rojos que lo miraban desde la oscuridad.

-¿D-derek? -preguntó con un poco de temor.

Los puntos rojos se movieron hacia él hasta que pudo ver, gracias a la luz que entraba por la ventana abierta, a dicho pelinegro. Tragó saliva y retrocedió instintivamente hasta el cabezal de su cama.

-¿Cuánto tiempo llevas ahí? -preguntó y vio cómo Derek sonreía de lado.

-El suficiente -.

-Y,¿qué ha ocurrido? ¿P-por qué estás aquí? -le preguntó, pidiendo mentalmente que en realidad no hubiera escuchado nada.

-¿Me estás echando? -preguntó el ojiverde frunciendo el ceño.

-No, no es eso, es solo que... bueno tu sabes... -dijo haciendo referencia a que siempre que iba a su casa era para preguntarle algo.

-No, no lo sé -sí sabía a qué se refería, pero quería que lo dijera él.

-Pues que siempre que vienes es para preguntarme algo -dijo el ojimiel en un susurro pero con la seguridad de que Derek lo había escuchado.

-¿Y no puedo simplemente venir a molestarte? -dijo este repitiendo las palabras del pequeño.

-Oh, venga ya, ¿no puede ser otro día? No sé, por ejemplo el día de molestar a Stiles -comentó el chico con sarcasmo.

-No hay ningún día que se llame así, por eso yo lo hago todos los días -contestó Derek subiéndose a la cama y acercándose a el hasta que sus alientos se mezclaban.

-¿Q-qué haces? -Stiles intentó quitárselo de encima-. Aléjate.

-Vamos, Stiles -dijo Derek cojiéndolo por las muñecas para inmovilizarlo-. Sé que te gusta que sea así contigo.

-Sí, que me estampen contra todas las paredes que hay es mi manera preferida de pasar el tiempo -comentó con sarcasmo-. Y suéltame ya.

-Ni hablar -los labios del pelinegro se rozaron con los del pequeño-. Bésame.

-¿Q-qué? D-derek, ¿estás enfermo o algo? -preguntó extrañado, puede que fuera un sueño.

-No es un sueño,Stiles -al parecer lo pensó en voz alta-. Bésame.

Sin pensárselodos veces acortó la poca distancia que había entre los dos y lo besó. Derek lo correspondió con deseo, lujuria y ternura. Ternura al ver cómo las mejillas del castaño se tornaban rojizas, se alejó y observó a Stiles quien aún tenía los ojos cerrados. Le daba vergüenza que lo hubiera visto tan vulnerable.

-Volveré mañana -dijo Derek besándolo suavemente-. Que duermas bien.

-Buenas noches.

Derek salió por la ventana con una sonrisa en la boca. Mientras, en la habitación se encontraba cierto castaño sonriendo bobamente. Al fin lo había besado.