*20 de Diciembre de 2018*
New Vineyard, Maine, Estados Unidos
Me desperté un día de otoño, las hojas comenzaban a secarse y a caerse lentamente. Los arboles tomaban distintas tonalidades, pintando todo el lugar con lindos colores que me daban ganas de sentarme en un acogedor balcón y comenzar a mezclar colores. Esa era una de las cosas que más me gustaban de la ciudad en la que vivía, ya que estaba rodeada de grandes bosques y lagos, los que cambiaban a medida que también lo hacían las estaciones del año. Además, es un pequeño pueblo con no más de 1.000 habitantes, donde casi todos se conocen entre todos. Se podría decir que es la típica pequeña ciudad norteamericana con casi lo indispensable: la tienda del pueblo, la iglesia, una estación de servicio, una cafetería, la secundaria, etc. que se ven en las películas.
Siempre me había gustado pintar, pero por alguna u otra razón, no podía darle el tiempo y el dinero que me gustaría. La verdad es que a mis padres no les gusta mucho la idea porque dicen que es mejor que me concentre más en estudiar y salir de la secundaria. Aun no puedo comprenderlos, ya que me considero super capaz de hacer ambas cosas a pesar de no ser siempre una alumna de las mejores notas pero tampoco me va mal. A pesar de esto, siempre busco la manera para poder salir un poco de casa y escabullirme a un pequeño lago que queda a unos 20 minutos caminando de mi casa.
Tomé mi pequeña caja que contiene mis pocas pinturas, las metí a mi mochila y salí de mi casa para comenzar mi camino hacia el lago. Decidí aprovechar de salir hoy porque mis padres no estaban en casa y como soy hija única, no se iban a enterar de que había salido si volvía antes que llegaran de trabajar. La verdad es que no los veía mucho, ambos son doctores de emergencias por lo que la mayor parte del tiempo estaban haciendo largos turnos en el hospital, sin mencionar que rara vez podíamos estar los 3 reunidos en la casa. A mi juicio, al que se le hacia más duro el no vernos es a mi padre debido a que por el lado de mi madre nuestra relación no es de las mejores, por lo que me atrevo a decir que para ella es casi un alivio llegar a casa y que yo ya este durmiendo o de camino a la secundaria. Las cosas siempre han sido así entre nosotras y a medida que yo iba creciendo las cosas cada vez se ponen más tensas entre las dos, por lo que decidí cortar por lo sano y evitarla. Puede sonar duro pero estando en mi posición, se convierte en algo necesario para llevar una vida tranquila.
Ya estaba llegando al lago porque podía verlo a lo lejos y al otro lado se veía una pequeña cabaña que ha estado ahí desde que tengo memoria. Al llegar, me senté cerca de la orilla, organicé todas mis cosas y comencé a pintar el lindo paisaje que estaba delante de mis ojos. No saben cuánto me gusta mezclar los colores, por eso el otoño era una de mis épocas favoritas del año.
Al terminar, deje mi pintura de manera que no se volara para que se pudiera secar y decidí caminar al rededor de este lindo lago. Después de un rato, me di cuenta que de todos los años en los que había viniendo para acá, nunca me había dado el tiempo para ir a explorar esa extraña pequeña cabaña. Me aventuré a rodear el lago hasta llegar a lo que solía ser el jardín delantero de la cabaña, el cual se encontraba muy abandonado y descuidado. Parecía que se había detenido completamente el tiempo en esa casa ya que se podían ver algunos juguetes y elementos de cocina tirados en la entrada de la casa. A medida que iba avanzando entre las cosas de la casa que estaban super revueltas por todos lados, notaba como habían ciertos signos de que alguna vez hubo gente que entro a la casa, dejando marcas en la pared con pintura en aerosol tipo grafitis y para que hablar del olor a excremento y orina humana. Cada vez que seguía caminando más y más, el olor comenzaba a mezclarse con algo que para mí era irreconocible. No sabía si era a causa del abandono de la casa o si había sido causado por otras personas.
Abrí la puerta, entré a la habitación que estaba más al fondo de la casa y fue en ese momento en que terminé de convencerme de que tal vez esto no había sido una buena idea. Había descubierto que detrás de esa puerta se encontraba un gigantesco agujero en el piso. Pero este no era un simple agujero que dejaba ver la tierra, si no que era una tremenda cosa negra que daba la impresión que no tenía final. Intenté observar hacía dentro de el, pero se me hizo imposible ya que se parecía a un poso muy profundo, casi sin fondo. Hasta que de repente...
Todo se volvió negro...
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Dimensiones (Sobrenaturales)
Romance¿Qué me dirías si yo te contara que no solo existe nuestra dimensión y que, además, podemos viajar entre una y otra? Bueno, aun que la verdad es que este gran privilegio esta hecho solo para algunos. Esta historia esta hecha para los amantes de tod...