Dimensiones (Sobrenaturales)

Capítulo 21

*15 de Junio de 2019*

Quedaban unos días más para mi cumpleaños número 18 y habían pasado un tiempo ya desde que Christopher se sinceró conmigo. Las cosas seguían iguales y eso significaba que, a pesar de todo lo que me había contado últimamente, Chris aun no terminaba con Emily de forma definitiva. No obstante, sabía que llevaba mucho tiempo con ganas de hacerlo pero no era algo muy fácil y no sabíamos como ella puede reaccionar. 

Pero eso ahora no era lo que más me preocupaba, si no que no dejaba de pensar en lo que me había dicho Madeleine sobre que debía tener cuidado sobre la información de ser sirena. Muy poco era lo que sabía sobre las sirenas y menos aun sobre yo misma como una, además de no saber con certeza quien sabe la verdad de todo esto y eso era lo que más me generaba preocupación. Por eso había decidido seguir mi investigación en la biblioteca, a pesar de que Chris creía y me aseguraba que mucho más no iba a encontrar. 

- ¿Encontraste algo? - me saca de mis pensamientos la voz de Chris, mientras revisaba unos cuantos libros en nuestro lugar de siempre en la biblioteca. 

- No, nada de nada - le respondí. Esto de pasar horas dentro de la biblioteca se nos estaba haciendo costumbre, en especial ahora que estoy mucho más centrada en buscar una respuesta a los sueños que tuve - ¿Te parece que salgamos a tomar aire? Llevo horas aquí dentro y creo que me vendría bien - le pregunté mientras cerraba el libro que tenía entre mis manos y dejándolo ordenado sobre un montón de libros que ya había revisado. Christopher solo asintió en respuesta y estiró su mano para que tomara la suya, mientras me regalaba una pequeña sonrisa, cosa que me sorprendió porque no era común en él. 

Cada día me daba cuenta que de alguna manera que no puedo explicar, Chris cambiaba para mejor, a pesar de que aun no lograba grandes cambios pero amaba y valoraba demasiado sus pequeñas acciones. Sabía que era mucho pedirle que de la noche a la mañana se convierta en un príncipe azul, con buen humor y que venga a cumplir todo lo que quiero. Pero también sabia que en su interior era una buena persona, solo faltaba convencerlo de ello y demostrarle que es y puede ser una increíble persona si solo se lo propone. 

Ya estando afuera, me di cuenta de lo tarde que era ya que vi el reflejo de una hermosa luna cuarto creciente sobre el lago. Debí pasar más de lo que imaginaba metida entre las páginas de los libros para no haberme dado cuenta de la hora que era. De repente, siento como Chris se para detrás mío y pasa sus manos por mi cintura, apoyando su mentón en mi hombro derecho y fijando la vista en las tranquilas aguas que lograban reflejar de una manera única la luz de la luna, algo que me encantaba y no podía explicar el por qué ¿Cosas de sirena?

- No sé como no me di cuenta que eras una sirena el día que te quedaste viendo fijamente la luna llena - comentó en la misma posición de antes. 

- ¿Crees que fue muy obvio? También podría haber sido una mujer lobo y no te diste cuenta - me reí, moviendo un poco la cabeza hacia atrás para ver la reacción en su cara. Sabía que esa idea no le gustaría, ya que los vampiros no se llevaban muy bien que digamos con los hombres lobos en general. 

- Si hubieras sido una mujer lobo me hubiera dado cuenta al instante por el horrendo olor que tienen esos perros salvajes - dice ligeramente, como si hablar así de la gente fuera lo más normal del mundo. A pesar de que al principio me sorprendía y llegaba hasta a molestarme en una manera que no comprendía, con el tiempo me fui acostumbrando y dándome cuenta que era algo mutuo entre vampiros y hombres lobos. Era algo que venía de hace siglos y generaciones atrás y que nunca fui lo suficientemente curiosa para investigar el por qué - Además, si hubieras sido una de ellos, no me hubiera fijado en ti porque ni acercarme a ti hubiera podido. Es que de verdad tienen un muy mal olor, agradece que no tienes mi olfato - agrega, a lo que siento como se le escapa una pequeña risa de los labios y resuena en mis oídos. 

- Mejor dicho, tienes suerte de estar con una sirena como yo - contraataco de manera burlona, para ver como me responde y me doy la vuelta para verlo a los ojos. 

- Sirena o no, siempre tendrás a este vampiro molestándote. Por siempre - comenta, pasando un mechón de pelo por detrás de mi oido. 

- ¿Por siempre? ¿Tanto tiempo? - digo algo asombrada - Ahora que lo mencionas, nunca te he preguntado pero... ¿Cuántos años tienes? - pregunto, intentando medir y escoger las mejores palabras para hacer esa pregunta. 

- Pensé que nunca me preguntarías - afirma con calma pero con una pizca de sorpresa por mi atrevimiento a preguntarle - Tengo más años de los que te imaginas - agrega, a lo que yo me lo quedo mirando, sorprendida por su comentario - Es broma, solo tengo 237, bastante joven para un vampiro promedio - finaliza. 

- ¿Solo 237? - pregunto y suelto una pequeña risita - Bueno, igual es menos de lo que pensaba - digo en broma y me rio igual que él hace unos segundos. Sé que esa no se la esperaba. 

- Ya que tú me lo preguntaste, ahora te toca a ti - me contesta unos segundos después de mi último comentario. 

- ¿Un vampiro quiere saber cuántos años tiene una mortal sirena como yo? Wow, eso si me sorprende - bromeo otra vez.

- Sé que suena gracioso pero ya, enserio, dime. Ni la fecha de tu cumpleaños sé - dice con un sutil tono de queja - Es un evento bastante importante para los mortales como tú - agrega bromeando él también. Me encantaba este lado de Christopher que aun no sabía de donde surgía, pero aun sin entender su origen, me encantaba. 

- Bueno, si lo pones de esa manera y crees que es importante - respondo a su insistencia con voz bastante calmada - Es el 24 de Junio - digo con tranquilidad, esperando su reacción.

- ¿El 24 de Junio? Pero si hoy estamos a 15... - contesta mientras pone cara pensativa, supongo que contando los días.

- Si, en 9 días - termino por él la frase, viendo que no lograba hacer los cálculos. 

- ¡En 9 días! ¡Solo 9 días! -  exclama sorprendido, cosa que me esperaba totalmente porque era de esperarse que mi cumpleaños número 18 sea en unos cuantos días.