Capítulo 03

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Una vez que logró divisar la cabaña, sonrió internamente y dobló hacia la izquierda con el auto, adentrándose en las profundidades del bosque. Apagó el motor y salió del vehículo con la caja, caminando hacia el interior de la estancia para luego toser por la cantidad de polvo que había en ella.

Miró a sus alrededores con cautela y procuró que todas las ventanas estuviesen cerradas, que todas las cortinas estén corridas y que no se escuchara ni un alma pasar por los alrededores. Lentamente miró la caja y quitó la tapa mirando las cosas de su interior.

Sacó vendas, una navaja y desinfectantes para luego. Quitó su bufanda bruscamente y la lanzó a un costado tomando con el pulso acelerado el objeto punzante. Abrió la palma de su mano y lentamente trazó una larga línea en esta, viendo como se llenaba de sangre a su alrededor. Repitió la misma acción con la otra palma y suspiró no sin antes ver a todos lados otra vez, verificando si no había nadie espiando. Se quejó del dolor que producía el escozor de las palmas, procurando que no haya tocado ningún nervio importante de la mano.

Así que cerró sus ojos.

Caminó como si de rutina se tratase por la inmensa oscuridad hasta llegar a la puerta, y cuándo la abrió, miles y centenares de almas pudieron percatarse de su esencia. Algunos se volteaban a ver y otros no se habían dado cuenta de quién había vuelto.

Sus pasos se escuchaban entre tanto bullicio y cuando lo encontró, sonrió ampliamente comenzando a caminar a toda velocidad hasta su figura. Pero cuándo se percató de quién era, su sonrisa se esfumó como si de espuma se tratase.

—¿Qué demonios haces aquí?— preguntó brusco y ella solo se dispuso a encogerse de hombros mientras una sonrisa traviesa se asomaba por su rostro.— Te pregunté algo, y estoy esperando tu respuesta.

—Solo quería venir a pasearme por aquí, soy un velo. Puedo soportar el dolor, cariño.— respondió mordiendose levemente el labio.— ¿Cómo has estado?

—Bien sin ti, aléjate de aquí y déjame vivir en paz. Estoy bastante contento sin tu presencia.— espetó enojado y solo se ganó una enarcarda de ceja de su parte.

—¿En paz?— preguntó y este guardó silencio.— Ay, me ofendes. Estuvimos casados y hasta tuvimos un hijo, por dios. Debes mínimo tener un poco de respeto por los años compartidos.

—No te faltaré el respeto, porque sé controlarme. Solo te lo pediré una vez, vete o haré que todas las almas que estén aquí te lleven devuelta a la realidad.— amenazó acercándose y ella miró hacía todos lados.

—¿Te das cuenta del poder que tengo, querido?— preguntó y sonrió victoriosa.— Sabes que puedo mandar a todos al infierno si quiero, así que no me amenazes con tantas ganas.

—Vete de aquí, SooRim.— advirtió está vez interviniendo.

—¡EunJin, tanto tiempo!— dijo sorprendida intentando palmearle la espalda pero ella fue más rápida y le corrió bruscamente el brazo haciendo que se quejara adolorida.— Auch, eres fuerte con tanta edad.

—Eres una maldita-

—Oh, esos modales, EunJin.— la frenó bruscamente y alzó una ceja acercándose a ella.— ¿Te criaron así tus padres?

—¿A qué viniste?— preguntó está vez él y suspiró cruzándose de brazos.— ¿Te encanta molestar a las demás almas no es así?

—Vine a visitarte. Me enteré que falleciste y quise recordar los buenos momentos-

—Buenos momentos, mis pelotas.— la interrumpió— Lo único que sentí cuando estuvimos casados y tuvimos a nuestro hijo, fue sufrimiento. Te la pasabas de bar en bar, lo único que hacías era ausentarte en casa. Crié a nuestro hijo solo y tú no hiciste nada, pero cuando te diste cuenta de que tenías una familia, encaprichaste a nuestro hijo y lo desviaste del camino.

—Transformé a nuestro hijo en alguien mejor, sé bien que clase de madre soy.— respondió segura y miró sus uñas.

—De las peores.— respondió EunJin molesta— Nunca lo cuidaste y no le enseñaste valores, jamás lo ví conseguir algo si no era a los golpes desde aquí arriba. Lo único que hizo fue molestar a nuestro yerno, y agradezco que EunBi lo haya noqueado...

—De EunBi me encargaré luego, gracias por mencionarla.— dijo sonriente y EunJin tembló en su lugar haciendo que SooRim agrandase su sonrisa.— ¿Que, tienes miedo de que le haga algo a su bebé?

—Si llegas a tocar a...

—Si llego a tocarla, no será a su hija, si no a ella.— concluyó SooRim y suspiró— No soy tan estúpida como para tocar a alguien tan indefenso como un recién nacido, pero ya que me lo mencionas, quién sabe, nunca hay que subestimarme.

—¿Te gusta hacerle daño a los demás, SooRim?— preguntó EunJin con dolor en sus ojos.— Mí esposo jamás te perdonará el poco cuidado y el poco afecto que te dije que le tuvieras cuando viniste por primera vez aquí, puedes ser un velo, pero jamás tendrás paz por lo que hiciste.

—Harás que derrame lágrimas.— dijo SooRim fingiendo un sollozo y EunJin apretó su mandíbula al igual que sus pequeños puños.— Como sea, solo vine a desearle un buen descanso a mí marido y a ti, aunque me caigas demasiado mal, EunJin. Ahora que soy viuda, iré a tu tumba y si tengo dinero pondré una flor. ¿O quieres que ponga un trébol de cuatro hojas?

Entonces ambos se tensaron.

—Repítelo y te juro que...

—Shhh, shhh.— lo frenó SooRim y este sintió su pecho subir y bajar mientras podía ver a su alrededor almas mirando la escena, y sentir tu peculiar esencia. Se sentían algo amenazados con su presencia.— No pude ir a tu funeral porque la familia de TaeHyung estaba allí, así que al ver aquellos bellos tréboles me daré la tarea de dejarte alguno cuando te visite.

—Ten cuidado de pisar bien por dónde caminas, SooRim. No vaya a ser que te tropieces y te partas la cabeza un día de estos.— dijo molesta EunJin y SooRim soltó una carcajada.

—Estás deseosa de eso.

—¿Por qué te mentiría, querida?

—Ay, ya me hartaron. Me iré ahora, mí estómago esta rugiendo y necesito mi ensalada de hojas verdes, adiós.— respondió ignorando a EunJin y se encaminó hacía la puerta blanca.

Su mano tomó el picaporte, y cuándo abrió la puerta, se percató de que esta parecía impedirle el paso. Así que con el ceño fruncido miró a los costados y tragó saliva.

Intentó recordar alguna que otra página del grimorio de sus abuelos y cuando la encontró vagamente en su memoria, se dió cuenta de que todas las almas estaban viendo la escena. Esta se giró sobre sus talones y una de ellas, específicamente una anciana se le quedó mirando seria.

—¿Qué pasó, SooRim?— preguntó poniendo sus manos detrás de su espalda— ¿No puedes pasar a la realidad?

SooRim intentó escuchar entre líneas y cuando miró hacía abajo, un grito ahogado se escapó de sus labios. Haciendo que todas las almas retrocedieran unos pasos, estaba allí abajo. Podía verse.

Estaba sangrando, no, mejor dicho. Se estaba desangrando y nadie podía escuchar sus súplicas. Gritaba intentaba abrir la puerta y traspasarla, pero esta le impedía poner un pie fuera. Así que intentó despertarse y no pudo.

Entonces, colocó una mano sobre la vena de su brazo y al no sentir pulso, se giró molesta con lágrimas en los ojos hacía todas las almas que ahora no lograban percibían su esencia.

—Bienvenida, SooRim. Estás definitivamente muerta.— dijo EunJin y apoyó su cabeza sobre el hombro de la anciana.

Entonces aquí es donde comienza la verdadera historia.






























¡Holass!

¿Ya saben de quién se trata este capítulo, no? ¿No se esperaban que ella también fuera un velo, cierto?

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy se los quiere mucho y gracias por el apoyo.

Se despide Cami. xoxo

𝐒𝐎𝐅𝐓𝐋𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐒©

𝗢𝗵! 𝗦𝗔𝗩𝗘 𝗠𝗘 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora