𝗢𝗵! 𝗦𝗔𝗩𝗘 𝗠𝗘 ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ

Capítulo 56

EunBi acomodó sus lentes oscuros y miró a JungKook desde su asiento.

—¿Seguro que quieres hacerlo?— preguntó la castaña y JungKook se desabrochó el cinturón de seguridad.— Él seguramamente no esté de buen humor para que...

—No importa si está bien o no, necesito darle esto y cumplir con el favor de SooRim.— dijo rápidamente JungKook y abrió la puerta.— Cualquier cosa pego un grito y vienes corriendo.

—Como si no te pudieras defender solo.— murmuró EunBi y JungKook formó una línea con sus labios.

—Pero tú tienes mano pesada, adiós.— dijo JungKook cerrando la puerta delante de EunBi y se despidió por un momento de la castaña con la mano. Se giró lentamente hacía la casa de MinGi y su sonrisa se esfumó al recordar esa vez que robó la dirección de la antigua casa de TaeHyung.

—Aquí vamos.— se dijo a sí mismo JungKook sostuvo la carta en sus manos. Miró su exterior y frunció el ceño, parecía algo maltratada.

Tocó la puerta unas veces y por un momento, sentimientos encontrados inundaron la memoria de JungKook. MinGi fue el que dió indicio a qué conociera su alma gemela, técnicamente. ¿Debería agradecerle y luego pegarle con un palo por hacerle bullying toda la universidad?

Lo pensaría más tarde.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando sintió llaves en la cerradura, JungKook se alejó un poco para no parecer un psicópata y guardó la carta en el bolsillo de su saco color negro. Vió a un MinGi adormilado abrirle la puerta y cuándo se miraron, el rostro del otro castaño fue poema. Se encontraba entre confundido y sorprendido a la vez, pero estaba medio dormido así que eso era lo gracioso.

—¿Y tú como sabes mí dirección?— preguntó MinGi rascándose la nuca y JungKook rió nervioso.

—Toda la universidad lo sabe, tus fiestas exóticas con bebidas y sustancias de dudosa procedencia.— dijo JungKook y luego apretó sus labios.— ¿Puedo pasar?

—No.— respondió MinGi cruzado de brazos.— No hago caridad.

—No vengo por eso, pero deberías.— dijo JungKook y sacó de su saco la carta de SooRim.— Es de tú madre.

—Pero...— quiso decir MinGi y JungKook lo interrumpió.

—Si me dejas explicarte, seguro podrás entender, MinGi.— al decir esto, el castaño se corrió a un lado y JungKook entró a la casa haciéndole señas a EunBi que todo estaba bien.

—¿Tú amiga la boxeadora?— preguntó MinGi sentándose frente al castaño y este asintió elevando una ceja.— Tiene buena derecha...

—Oh, ehm si...— dijo lentamente JungKook y colocó la carta delante del contrario.— ¿Tienes conocimiento de lo que era tu madre?

—Si, bueno... ella me explicó algo sobre las almas que podía ver. Es extraño, pero creo luego de que ella me llevó a un lugar blanco...

—El primer filtro.— respondió JungKook y MinGi luego de quedarse dudoso, asintió lentamente.— Ella te llevó allí, seguro que quería que te familiarizaras con su mundo.

—¿Ella está bien?— preguntó MinGi y toda tensión que se había generado por su pasado, se había esfumado. El castaño lo miró ilusionado y JungKook sintió como su corazón se estrujaba, pero lo supo ocultar bien.

—Lo está, supongo.— dijo JungKook y empujó la carta hacía MinGi.— Me pidió que te la diera, como un favor.

—¿Un favor?— preguntó MinGi y JungKook asintió.— ¿Qué tipo de favor?

—Eso no importa, es mí vida.— respondió JungKook y MinGi asintió apretando sus labios. Este tomó la carta y la abrió con un cúter que había en un pequeño cesto de la mesa ratona que había en el medio.

JungKook esperó a que terminara de leerla, y vió como a medida que MinGi la leía los ojos de este se nublaban de lágrimas. El castaño apretó la mandíbula y cuando MinGi alzó la mirada, la apretó aún más.

—Gracias.

—Era mí parte del trato.— respondió JungKook haciendo y miró al suelo dejando que MinGi llorara un poco más, iba a quedar como un maleducado si lo dejaba llorar solo.

Luego de que MinGi terminara de regular su respiración por llorar, se levantó del sofá decidido a irse pero el castaño lo frenó tomándolo suavemente del brazo.

JungKook lo miró a los ojos y MinGi lo soltó delicadamente.

—¿Ella hizo algo malo?— preguntó y JungKook tragó saliva guardando silencio— Lo hizo. ¿Verdad?

—Si lo hizo o no, es problema de ella y mío. No te preocupes, MinGi.— murmuró JungKook acomodando su saco.— Adiós.

—Pido disculpas si ella te hizo algún tipo de mal, JungKook.

El castaño frenó sus pasos y se giró a verlo sorprendido. ¿MinGi estaba pidiendo disculpas?

—Las acepto.— dijo JungKook y suspiró.— Tampoco quiero tener rencor sobre ninguna persona, eso me hará mal y lo quiero lejos.— nuevamente los pies de JungKook avanzaron a la puerta y MinGi murmuró.

—También me disculpo por todo el mal que te hice en la universidad, mí cerebro en ese tiempo no se desarrolló del todo.— bromeó el castaño y rascó su nuca con un pequeño sonrojo en sus mejillas.

—Las acepto, también.— respondió JungKook y sonrió levemente.— Supongo que yo tengo que agradecerte.

—¿P-por qué?

—Por hacerme conocer a mí alma gemela.

—¿Oh?— preguntó sorprendido y JungKook soltó una carcajada diciendo.

—Que tengas una buena vida, Song Mingi.

Entonces JungKook cerró la puerta del castaño detrás suyo y suspiró mirando el clima. Se veía lindo, realmente soleado pero no sofocante. Colocó su cinturón de seguridad y miró a EunBi que quitaba sus lentes.

—Volvamos a casa.

—Como diga, señor.— dijo EunBi y encendió el motor de su automóvil.

A medida que iban viajando, JungKook comenzó a rememorar viejos tiempos con TaeHyung. Su corazón iba latiendo tan rápido que con lágrimas en los ojos abrió la puerta de la casa y buscó por todos lados a TaeHyung.

Sus ojos se conectaron y TaeHyung sonrió con brillos en los ojos cuando volvieron a sentir un suave tirón del hilo. Todo sentimiento, toda calidez había vuelto.

El menor se abalanzó sobre TaeHyung y cayeron al suelo, el castaño besó los labios y JieUn, que estaba con San en el negocio, como también NaeUn en el primer filtro dijeron a la vez.

—Volvió.

¡Holass!

¡Volvió vamos doña! ¿Qué parte del capítulo le gustó más?

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy gracias por leerme.

Se despide Cami. xoxo

𝐒𝐎𝐅𝐓𝐋𝐘𝐎𝐎𝐍𝐆𝐒©