008;『Tōdō Heisuke』

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❝¿Qué hay de malo si sus palabras son ciertas? Sí, cuando estas conmigo me siento completo, no encuentro la paz cuando sé que enfermas

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❝¿Qué hay de malo si sus palabras son ciertas? Sí, cuando estas conmigo me siento completo, no encuentro la paz cuando sé que enfermas... ¡Sí, me gustas! ¿Hay algún problema?

『 °*• ❀ •*°』

Los futones salieron volando de las habitaciones a primera hora del día, Harada arrojó lejos al de cabellos castaños a una esquina de la habitación y se echaron a reír por lo cómica que llegó a parecerles la escena. Todo había iniciado por la razón más inesperada del mundo.

Las risas no tardaron en aparecer y Shinpachi continuó sin remordimiento la guerra con almohadas o cualquier otra cosa que se hubo formado por la mañana. Al poco rato se unió al juego la única joven que vivía bajo su techo; ella era amiga de todos, en especial de Heisuke ya que ambos se metían en problemas y eran amonestados por Hijikata. Eran ese par de jóvenes divertidos en todo el cuartel, y más que conocidos por su destreza e ingenio para meterse en problemas hasta por sólo respirar.

La joven lanzó un pequeño plato de barro, el cual se trozó emitiendo ese sonido de peligro inminente. Harada lo evitó moviéndose con rapidez, supo que las cosas ya estaban subiendo a otro nivel y nadie se esperó la identidad de las pisadas que se iban acercando lentamente a la habitación. Se formaron dos grupos, el de Heisuke y la chica, contra el de Harada y Shinpachi.

Volvieron a combatir, esta vez ninguno pensó en retroceder, en sus miradas se notaba una fiera determinación, y llegarían a la conclusión de qué equipo sería más fuerte aunque eso no tuviera mucho que ver con el tema que inició la guerra.

La diversión no parecía tener limite en ese momento, los cuatro jóvenes se dejaron llevar y pasaron a los empujones entre risas y burlas, pero las cosas tomaron otro rumbo cuando Shinpachi, en una oleada de adrenalina, acumuló toda su fuerza, lanzó un alarido de guerra y levantó una mesa de noche.

Heisuke formó una sonrisa floja y la joven tembló de pies a cabeza, no se podían creer semejante escena. Mientras, el pelirojo sonreía orgulloso por su amigo, quien, por cierto, no desaprovecharía ni una sola oportunidad para presumir su musculatura.

—Oye... —dijo Heisuke con los ojos llenos de impresión.

—No es cierto... —formuló la joven incrédula ante la escena.

El joven Shinpachi iba muy en serio, él se tomaba todo tipo de duelo tan en serio que poca cosa le pareció levantar un mueble. Volvió a gritar y tomó un poco de espacio para arrojarlo en dirección de la pareja contraria. En cuanto vieron semejante cosa volando en su dirección se arrojaron a los lados dando espacio suficiente para que la mesa se escapara hasta el patio trasero del cuartel.

En ese instante un par de pasos se detuvieron, se escuchó que alguien reprimió un grito del susto pues estuvo a pulgadas de ser envestido por una mesita de noche. Sus ojos violetas viajaron del mueble, que ya reposaba destruido en el patio, a su persona, sólo para asegurarse que no había perdido ni un pelo.

White day ━ Hakuouki Shinsengumi KitanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora