𝐂𝐢𝐧𝐜𝐨 ¦¦ 𝐅𝐢𝐯𝐞

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Una semana.

Una maldita semana.

La semana más larga y horrible para el chico de apellido Han.

Felix, el chico que se hace llamar su novio, abuso sexualmente de el durante una semana completa.

El rubio no pudo hacer nada para impedirlo, si lo hacía, le iría peor, está claro de eso.

Ahora el chico de mejillas grandes se encontraba en el baño, inclinado frente el inodoro expulsando todo lo que había desayunado esa mañana, se sentía fatal y no era la primera vez que esto pasaba, llevaba un par de días así, con náuseas y mareos, y Felix no era de gran ayuda que digamos.

Tiro la cadena al terminar y se levantó con una sensación amarga en su boca, la lavo y tomo un poco de agua para que esa sensación se fuera, tomo un poco de agua entre sus manos y mojo su rostro buscando relajarse un poco.

Cuando se sintió mejor salió del baño y se encontró a su novio recostado contra la pared con un gesto de asco mirándolo, el más bajito solo lo ignoro y camino hasta la sala para ver una película, quería tener un momento en paz, un momento tranquilo, hace mucho que no lo tenía y lo deseaba con todas sus fuerzas, las que le quedaban.

Se sentó en el sofá cruzando sus piernas y prendió el televisor, empezó a buscar en los canales si había algo entretenido para ver, y no, no encontró nada, soltó un suspiro y puso Netflix, puso una película al azar de ciencia ficción y dejo el control remoto a un lado concentrandose en la película.

-mañana en la mañana llega JeongIn -hablo el australiano apareciendo de la nada causándole un brincó de espanto al coreano-

"como si me interesará"

Pensó JiSung, claramente no lo dijo y no planeaba hacerlo, si lo hacía, era obvio que un golpe ganaría de parte del anaranjado, así que prefirió callar restándole importancia.

-hoy...-hizo una pequeña pausa mientras se acercaba al mayor hasta acabar sentado junto a el- podríamos aprovechar nuestra última noche juntos

El de apellido Han trango en seco claramente nervioso, le aterraba la idea de ser nuevamente abusado sexualmente por el australiano.

Fue en ese momento que las náuseas regresaron apoderándose de el, se levantó del sofá y corrió hasta el baño inclinándose nuevamente frente al inodoro.

































-F-felix, detente, po-por favor, du-duele -se quejaba el chico de grandes mejillas mientras era embestido con brusquedad, el chico trataba de quitarse al menor de encima pero era imposible, lo único que podía hacer en ese momento era esperar, esperar a que todo eso pare, quería que su vida vuelva a ser como era antes, antes de conocer a Felix, quería volver a tener una vida normal sin tanto sufrimiento ni complicaciones-

Felix, ya harto de los lloriqueos del mayor, decidió salirse de su interior y alejarse un poco, Jisung, al sentir que el mayor se alejaba soltó un suspiro de alivio, pero no duro mucho al darse cuenta que el australiano venia con una correa, la puso en la boca del contrario y lo tomo de los muslos con firmeza elevándolo un poco para ponerlo contra la pared, acomodo su hombría en la entrada de Han y entro en el de una sola estocada sacandole un chillido de dolor ahogado al mas bajito, el pecoso al ya estar por completo en el interior del mayor comenzó a moverse con brusquedad viendo como el contrario botaba pequeñas lagrima, estas bajaban por sus mejillas hasta llegar a su barbilla, luego caían.

El rubio en ningún momento soltó un gemido de placer, es mas, lo único que se escuchaban quejidos de su parte, ¿porque siquiera gemiría si estaba siendo violado por milésima vez en la semana?, Jisung se odiaba, se odiaba a si mismo por no tener las agallas suficientes para defenderse de Felix, pero tenia fe, tenia fe de que algún día todo ese infierno acabaría, el creía en que algún ángel de la guarda viniera a sacarlo de este horrible lugar en el que vivía.

Y no estaba del todo equivocado.

𝐓𝐫𝐞𝐚𝐬𝐨𝐧 ❝ 𝐉𝐢𝐥𝐢𝐱 ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora