𝐓𝐫𝐞𝐚𝐬𝐨𝐧 ❝ 𝐉𝐢𝐥𝐢𝐱 ❞

𝐃𝐨𝐬 ¦¦ 𝐓𝐰𝐨

Y ahí se encontraba nuevamente JiSung, llevándole de comer a JeongIn por quinta vez en el día.

Desde que este llegó no hace más que servirle, estaba cansado de eso, ese mismo día luego de que el australiano llegué se enfrentará a el, no piensa ser humillado una y otra vez, claro que no, se supone que el debería ser el centro de atención del pecoso, no el tonto zorro que había robado su puesto.

Tenía unas ganas inmensas de ponerle veneno a la comida del menor pero no, no era tan cruel como para matar a alguien.

-¡JiSung!, Traeme un vaso con jugo por favor -grito el pelirojo mirando sus uñas con arrogancia-

Cuánto odiaba a aquel chico, pero lamentablemente no podía hacer nada, suspiró irritado, fue hasta la cocina y le sirvió un vaso con jugo para luego volver con el y entregárselo.

-mm, no sabes que ya no lo quiero, llévatelo -empuja la mano del mayor , la cual sostenía el vaso, pero utilizo mucha fuerza haciendo que está se caiga en el suelo- ¡Dios, JiSung eres un idiota!, Limpia todo esto antes de que llegue Felix

Y esa fue la gota que revalso el vaso, JiSung sabía más que nadie que si le hacía algo a JeongIn, Félix lo mataría pero no soportaba más, tenía que dejarlo en su lugar, no permitiría que un niñato roba novios lo tratara así de mal.

-eres un maldito hijo de puta, JeongIn, vete al infierno -elevó su mano derecha dispuesto a golpearlo pero un agarré en su muñeca lo detuvo-

JiSung se dió vuelta dispuesto a golpear al que lo estaba agarrando pero un golpe en la mejilla lo hizo detenerse, se dió vuelta para ver a la persona y se encontró con Félix, quien ahora se encontraba acariciando el cabello del menor, no podía creerlo, en todos sus años de relación jamás le había levantado la mano de esa manera, se sentía más decepcionado a más no poder.

Se levantó sobando su mejilla que se encontraba roja debido al golpe, el australiano al darse cuenta de eso frunció el ceño y se acercó al mayor para golpearlo otra vez, pero al ver al rubio encogerse con miedo y cerrando sus ojos con fuerza lo hizo detenerse.

-no quiero que vuelvas a acercarte a JeongIn ni una vez más, o te irá peor -advirtio el menor dándole un empujón al mayor haciéndolo caer nuevamente al suelo-

Han sobó su codo izquierdo en dónde se había golpeado contra el suelo, miro a Lee una vez más antes de salir corriendo a su habitación para encerrarse a llorar desconsolado.

No podía creer nada de lo que estaba ocurriendo, solo esperaba que todo fuera una pesadilla, que nada de eso fuera real, quería despertar de ese maldito sueño y volver a ser la pareja feliz que eran Félix y el.

Pero lamentablemente todo era real y nadie, absolutamente nadie podía cambiar la dura realidad de JiSung.