"La cita"

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Al día siguiente, Mami estaba muy emocionada, se escapó de la escuela para poder cambiarse y así ver a Hideri.
En esta ocasión llevaba unos zapatos de plataforma baja de color crema, medias largas amarillas, una minifalda negra y una blusa blanca, y sobre su cabello dorado una pequeña boina.
Faltaban minutos para que diera la media y estaba sentaba en una banca a las afueras de la plaza, esperando con impaciencia mientras esta dispuso a oír música a través del reproductor de su móvil.

Por otra parte, Hideri se había ausentado de sus actividades, y había pedido permiso para faltar al café solamente por ese día. La noche anterior no había podido dormir bien debido a la impaciencia por saber que sucedería ese día, ya que para ser honesto, era la primer cita que habría tenido en su vida.

Pasó toda la mañana buscando que ponerse hasta finalmente decidirse por una polera color menta con estampado de... ¿Sushi? combinado con una falda blanca y calcetas largas a rayas blanco y negro para finalizar con un par de zapatos de plataforma baja color negro.  Colocando en su cabello un moño negro con franjas azules, tomó su cartera y fué al lugar de la cita.
Salió de su hogar y ya faltando apenas 10 minutos de la hora acordada llegó a la plaza. Divisó a lo lejos a la contraria por lo que caminó más rápido saludándole llamándola por nombre, mientras alzaba la mano para saludar

– ¡Mami! ¡Ya estoy aquí!

Solo pasaron un par de canciones en el reproductor de Mami cuando vio a la chica ir hacia ella, por lo que se puso de pie para recibirla.
Era un poco más alta que ella y su ropa... Bueno, era algo infantil, y se dio cuenta que no sabía mucho sobre ella, así como también no le había dicho tanto...

— Te ves demasiado linda así, por eso le gustas a todos... ¿Te parece si entramos y buscamos un lugar para platicar a gusto?

En un acto impulsivo, llevo la mano al rostro de Hideri, acariciando suavemente su mejilla un momento y luego la quitó de golpe, dándose la vuelta y caminando hacia la plaza.

– Oh, agradezco tu cumplido. Me parece buena idea, yo te sigo...

Eso fue antes de que la contraria lo tocara de esa forma, cuando ella lo hizo, no pudo evitar sonrojarse y solo desvió la mirada al contacto. Al ver ahora la reacción, solo se quedó en shock por unos instantes, para luego seguir a la contraria, tocando este su mejilla, mientras caminaba con la vista al suelo, claramente sorprendido.

Una vez dentro de la plaza, Mami esperó un momento hasta que Hideri estaba a su lado, no sabía que decir sobre lo que había hecho hace un minuto y solo siguió como si fuera algo totalmente natural.

— No quiero llevarte a un café, sería algo irónico, así que, ¿que tal si compramos un helado y nos sentamos unos minutos?

Al avanzar juntas sus manos se rozaron un par de veces, eso no la intimidaba pero si hacia que se pusiera roja, y volteando hacia las vitrinas, hizo de forma algo normal el juntar su mano con la de Hideri, apretándola suavemente.

– Oh si! Me encantaría hacerlo.

su sonrisa fue natural al decir esta aseveración, y después de algunos roces de su mano con lo de la contraria, finalmente este correspondió el gesto, ofreciendo su mano a la rubia. Estaba ruborizado, aunque para despistar, veía los productos ofrecidos en las vitrinas de los distintos locales, mientras llegaban a su destino.

Un par de minutos después estaban frente a un kiosko de helados que estaba casi en el centro de la plaza comercial.
Mami se acercó curiosa aunque no había gran variedad de sabores pero si muchas coberturas que se notaban interesantes.

— Hideri, ¿qué clase de helados te gustan? Yo pediré uno de vainilla con galletas molidas...

Hideri veía junto a la contraria lo que el puesto de helados tenía por ofrecer. Al oírle hablar, sonrió y dirigiendo su mirada a esta, respondió.

"A-TRAPPED"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora