I'll follow you into the dark |Muke|

IX

Copiaba los apuntes de la pizarra, me distraje al escuchar la tos de Michael.
Lo miraba con preocupación, con nervios y miedo, mucho miedo.

De repente la madre superiora entró de un portazo, dejando a todo el salón confundido. Como es normal nos levantamos de nuestros asientos para saludar al superior.

"¡Hemmings y Clifford a mí oficina ahora!"

Nos ganamos la mirada de todo el salón, pero eso no me importaba. Solo podía pensar en el problema que se aproximaba.

. . .

Estabamos sentados frente a la madre superiora, quien nos miraba con unos ojos llenos de furia y apretaba su mandibula.

Pude notar la respiración agitada de Michael, estaba nervioso, jugaba con sus dedos. Quería decirle que todo iba a estar bien, pero no pude con la mirada de la directora.

Ante el silencio de ella y la respiración de Michael el pánico comenzó a llegar ¿si lo sabían? es obvio que lo saben ¿si nos echan? ¿Si nos separan? ¿Si le dicen a nuestros padres? ¿Si no vuelvo a ver a Michael?

Sentía mis lágrimas al acecho.

La hermana superiora entró al cuarto y en su mano llevaba un cuaderno que me resultaba muy familiar... mi diario.

Mierda.

Arrojó mi diario sobre el escritorio de la directora, cerré mis ojos al escuchar el golpe.

"La hermana estaba en su rutina de control" comenzó la madre superiora "y encontró esto bajo su almohada, alumno Hemmings"

Michael me dedicó una mirada de sorpresa y confusión, mordí mi labio por dentro. En que problema nos he metido.

"Y lo que encontró dentro fue... Vergonzoso, desagradable e incorrecto para alguien de su edad"

"Madre-"

"¡No hables si no tienes permiso!" me interrumpió "Deberian sentir vergüenza, que pecado más horrible han cometido" dijo con asco.

Michael comenzó a llorar. Mi corazón se rompió.

"Y usted alumno Clifford" le dijo enojada "¿Crees que Dios te curará mientras cometes pecados frente a sus ojos?"

"Yo..." Secó sus lágrimas.

"¡NO!" gritó "¿Cómo se atreven a dejar a los superiores y a la escuela de esta manera?"

"Madre, nosotros... no le hemos hecho daño a nadie" dije con respeto "Y me atrevo a decir que ustedes no tenían ningún derecho a leer mi diario"

"Usted debe aprender modales" me regañó "Y usted Clifford... Lamento decirle que será mal juzgado en el pulgatorio"

¿Qué mierda dice?

"Hermana, llévate a Clifford a la capilla, yo me encargo de Hemmings".

Michael me dedico una última mirada que pude leer:

Ayuda.

. . .

Cuando Michael y la hermana se fueron la Madre superiora inició con un discurso de la biblia.

"Las manos sobre el escritorio" ordenó una vez terminó de hablar.

Le hice caso, vi con horror como de un cajón sacaba una regla de madera.

"Abre las manos"

"¿Qué hará?"

"Serás castigado por tus actos infames" Dio un golpe en mis nudillos.

"AU" guardé mis manos en mis bolsillos.

"PON TUS MANOS EN EL ESCRITORIO"

Con dolor volvi a esa posición y mis nudillos recibieron otro golpe -más fuerte que el anterior-

Lágrimas cayeron "basta"

Otro golpe "¿Crees qué esta bien lo que hiciste?"

Asentí con los ojos cerrados. Otro golpe.

"¡Duele!" dije entre llanto.

"¿Crees qué está bien lo que hiciste?" volvió a preguntar.

"SI"

Sentí un líquido en los dedos, era obvio lo que era, pero no me animé a ver.

"¿Por qué crees que está bien?"

"Porque lo amo" respondí

Otro golpe.

"¡NO PUEDES AMARLO, ESTA MAL!" gritó junto a la regla.

"Lo amo" dije en un hilo de voz.

"No puedes" gruño frente a mi "NO PUEDES" dio otro golpe "NO PUEDES" otro golpe "¡Repítelo!"

No podi3a, no podía permitirme eso.
Con valentía e impotencia negué.

La Madre superiora exhaló con fuerza, abrió mi diario y me entregó una pluma.

"Escribirás: No te acostarás con un hombre como si te acostaras con una mujer." (Levítico 18:22)"

"No" me negué.

Otro golpe "Lo harás hasta que te diga que pares"

"Me duele la mano" dije hipando.

"Hubieras pensado antes de hacer lo que hiciste. Ahora escribe"

Con dolor en el alma y en mi mano comencé a escribir esas palabras en el mismo cuaderno donde se encontraba mi historia de amor con Michael.

Mi letra era horrible debido a los golpes recibidos y mi sangre pintaba las hojas de un rojo escarlata.

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todo está en la NOTA.