XVII

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Un gemido me despertó, no fue el frío, ni la incomodidad, un gemido, uno de dolor.

"Luke"

Abrí mis ojos y vi a Michael en el suelo, llorando con sus manos jalando su cabello.

"¡Michael! ¡¿Qué pasa?!"

"... mi mochila" dijo a penas.

Busque su mochila y corrí hacia él, me arrodille a su lado.

"¡Michael!" lo sacudi al ver que cerraba sus ojos.

"La pastilla" dijo a penas.

Abrí la mochila y no podía creer lo que veía.
Estaba repleto de pastillas, cajas amarillas y tubos naranjas, su libro y el cd.

"Michael... ¿qué?"

"Por favor, la pastilla verde"

Busqué rápido, las manos me temblaban y mi corazón palpitaba muy rápido.
La encontré.
Tomé la cabeza de Michael y la apoyé sobre mis rodillas, abrí su boca y le di la pastilla.

Él la tragó y con el tiempo se calmó.
Respiraba y exhalaba con sus ojos cerrados, yo no entendía nada, estaba en shock.
Tenía miedo, jamas lo había visto así.
Tomé aire con el llanto muy cerca y pregunté.

"Michael ¿Qué pasa?"

"Luke" dijo cansado "no me hagas esto"

"¿Hacer qué?" lo ayude a levantarse "Michael, casi mueres, o no sé ¿por qué no quieres decirme que te pasa?"

"Estoy bien"

"NO" grité.

Michael se asustó, tenía que calmarme.

"No estás bien, amor" me acerqué a él y tomé sus manos "Michael, te lo ruego. Dime que te pasa"

Michael negó con lágrimas "No me pasa nada"

Mire a un costado, no podia verlo llorar y no quería que él me viera llorar. Cerré mis ojos y una pequeña lágrima cayó.

"Michael, dime"

"Luke, estoy bien. Lo juro"

"¿Por qué no quieres decirme?" pregunté con dolor en el pecho "No estás bien, dentro de tu mochila llevas una farmacia, mike"

"Luke, olvidalo"

"No ¡Michael puedes hablar conmigo!"

"NO QUIERO HABLAR"

Su grito hizo eco entre los árboles.
Michael cansado cayó rendido al suelo, llevó sus manos a sus ojos y comenzó a llorar.

Mi corazón se rompió.
Era la peor escena que había visto en mi vida, no podia verlo llorar. Me acerqué a él y sin decir nada me abrazó.
Lo abracé más fuerte, sus lágrimas mojaban mi abrigo, pero no me importaba.

Ahí estábamos los dos, abrazados en el frío bosque, con la poca nieve desvaneciéndose por el sol, con el silencio más horrible que he escuchado en toda mi vida.

"Michael-"

"Todo a su tiempo, Luke" me dijo hipando.

Se levantó del suelo y buscó su mochila, comenzó a caminar, yo lo seguí.

Muchas preguntas, más que muchas.
No quería esperar, no podía esperar tanto, no con él en ese estado.
Respeté su frase, y con un silencio ensordecedor caminamos por aquel bosque.

. . .

Michael iba cinco pasos delante de mi.
Lo obsevaba y pensaba... todo tenía sentido.

I'll follow you into the dark |Muke|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora