2 De febrero, lunes.
La presencia de Taehyung no perturba el silencio del hospital. Aunque nada más atravesar la puerta principal, él siente el dolor de la gente que sufre en ese lugar. Echa un vistazo a su alrededor para situarse. Lee un papel indicador. Observa la cabina del fondo, que tiene los cristales cerrados. En su interior, una enfermera mira la televisión de espaldas a el. No puede verla. Luego, con paso seguro, Taehyung recorre el pasillo hasta los ascensores. Las puertas están abiertas. Entra y pulsa el cinco.
A estas horas de la madrugada, los pasillos están desiertos. Los de la quinta planta se hallan en penumbra, y eso le resulta agradable, porque ha notado que la luz muy brillante le hiere los ojos. No sabía decir qué le guía exactamente. Podíamos llamarlo presentimiento. Taehyung sabe adónde va, y también qué al final del pasillo encontrará a la persona que más quiere en el mundo. Sabe que esa persona, además, está sufriendo. Lo sabe porque puede sentir ese dolor. Cree, además, que es eso lo que le ha guiado hasta aquí. No puede soportar que sufra.
En total, han sido ciento dos pasos. Ahora ha adquirido esa costumbre, la de contar sus pasos sobre la tierra, como si eso fuera importante. Tuerce a la derecha, deja a la izquierda el puesto de la enfermera- donde no hay nadie -y se adentra en una zona restringida. Otra vez a la derecha, escoge una habitación, se detiene en el umbral. Observa.
«Dios mío, qué pálido está»
De pronto, siente unas ganas horribles de llorar.
Un nudo le oprime la garganta. No todo es tristeza. También está el amor, que de pronto lo ahoga.
«Por fin estoy contigo. Nunca más me separaré de ti»
Avanza hacia la cama y mira fijamente a Jungkook. Sus ojos cerrados, sus manos dormidas a ambos lados del lecho, el tubo de plástico que sobresale de sus labios, el latido de su corazón dibujado en la pantalla de una máquina... A simple vista, sólo es un paciente luchando entre la vida y la muerte. Aunque para él es mucho, muchísimo más que eso.
-Hola Jungkook, ya estoy aquí. No ha sido fácil llegar. Si supieras de dónde vengo...
Intenta sonreír pero no le sale muy bien.
Se sienta junto a Jungkook. Le agarra la mano y lentamente deja caer su cabeza sobre ella, le acaricia despacio con la mejilla, roza sus labios con los dedos de él. Susurra una promesa, con los ojos inundados en lágrimas:
-Averiguaré qué ocurrió, te lo prometo. Y vendré a verte todos los días hasta que te pongas bien.
Se queda ahí, muy quieto, sentado junto a la cama, durante horas. Cuándo abre los ojos de nuevo, mira otra vez la cara de Jungkook, y vuelven la rabia y el dolor, el amor y el desconcierto. Acuden a su mente escenas del pasado que han compartido, aunque desconoce la procedencia de la mayoría. Las palabras en inglés que martillean su cabeza, por ejemplo: I'll be ok. Estaré bien. Sabe que son importantes, pero no es capaz de recordar porqué razón. Entonces desea con todas sus fuerzas que Jungkook se recupere, que abra los ojos, que pueda apartarse de esas máquinas que le ayudan a seguir respirando. Que viva.
-Estoy seguro de que te vas a recuperar. ¡Ni se te ocurra pensar otra cosa!
Por un momento parece que le regaña. Aparta un poco el pelo de la frente del chico, descubre la herida oscura, cerrada, de su cabeza. El hematoma, los puntos. Repara en la escayola de su brazo derecho, y en las que se adivinan bajo las sábanas, en sus dos piernas.
-Pobrecito, ¿cómo te has hecho tanto daño- pregunta sin esperar respuesta.
Del pasillo llega el tictac del reloj. Taehyung no tiene ni idea de qué hora es. Aún es noche cerrada. Besa los dedos de Jungkook de la mano izquierda uno por uno.
Le sobresalta el un sonido de pasos. Alguien camina a toda prisa por el pasillo. Sabe lo que significa: el inicio de una nueva jornada en el hospital, la llegada de las primeras enfermeras del turno de mañana, el fin de la calma nocturna. Mira por la ventana y se da cuenta que está amaneciendo.
«Será mejor que me vaya»
No le importa el tubo que sobresale de los labios de Jungkook. Tampoco que él ni siquiera haya reparado en su presencia. Siente que venir hasta aquí ha tenido sentido, que un sólo beso justifica cualquier distancia. En ese momento, Taehyung recuerda el cuento de "La bella durmiente" y piensa que sería genial que ocurriera lo mismo, que su beso de amor rompiera hechizo de la muerte. Pero no es así. No ocurre nada. Jungkook sigue dormido y él tiene que irse. Aunque le duela, aunque lo último que desee en el mundo sea separarse de él.
«Volveré la próxima madrugada. Y todas las demás hasta que despiertes».
Cree que de algún modo Jungkook se dará cuenta de que él ha venido desde muy lejos para verle. Que tal vez pueda presentirlo, imaginarlo, adivinarlo...
Deposita un largo beso sobre los labios resecos y entreabiertos del paciente.
«Hasta mañana, amor mío»
Y sale sin hacer ningún ruido y sin que nadie se repare de su presencia.
.................................................................
Bueno chiquis, pues aquí tenéis el primer capítulo. Se que ahora mismo todo es muy lioso pero en el capítulo 3 entenderéis todo
⭕Tengo que avisar de que la historia es original mía, escrita y pensada por mí por lo que está prohibida cualquier copia de ella⭕ La verdad que me ha costado mucho pero al final lo he conseguido escribir. Espero que os encante ♥️
ESTÁS LEYENDO
«𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠»~𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐦á𝐬 𝐚𝐥𝐥á 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐦𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞~
RomansaTaehyung ya no reconoce aquello que formaba parte de su mundo. Todos sus seres queridos parecen haberse convertido en extraños. No tiene ni idea de lo que está pasando, pero está dispuesto a averigualo; aunque tenga que soportar las consecuencias de...