XX. Mejor que tú

606 89 94
                                    

Bien, había perdido una de las pruebas. No pasó nada, por suerte. Los chicos de su escuela fueron lo suficientemente buenos como para sacar puntuaciones individuales más altas, tomando dos de los chicos verdes el primer y segundo puesto. Los puntos estaban ganados a la suma general de todo y él estaba mucho más tranquilo ahora, tratando de descansar del sofoco anterior echado en las gradas de cemento con la cabeza apoyada sobre el regazo de Tanjirou. Se había ofrecido, de hecho, fue él quien insistió en que se recostara. Zenitsu solo mantenía sus piernas, las cuales no había dejado de frotar sin darse cuenta, atento a las pruebas que desde allí podían percibirse. Había caído preso de la suavidad de estas, y fue el pelirrojo quién se coscó de aquello. No iba a decir nada sobre el rubio, que dejara de tocarlo, o algo parecido. Más bien, deseaba satisfacer la curiosidad, la duda. Pero no sin antes preguntar lo más importante para él.

-¿Cómo te sientes? -en todo momento jugó, gentil, con los mechones de aquel flequillo oscuro.

-Bien. -era cierto. La ansiedad se había disipado por completo y podía levantarse perfectamente, participar de inmediato en cualquier actividad. Aunque los toques que le estaban dando ambos chicos lo adormecían, le gustaba.

-¿Puedo hacerte una pregunta? -al verle asentir suavemente, procedió. -¿Te depilas el cuerpo?

Aquello hizo reaccionar a Zenitsu, quien se detuvo, también sin cerciorarse, para observar con mirada confusa al pelirrojo. Solo por un segundo hasta que plantó las pupilas en las piernas que tenía sobre el regazo. Cuenta se daba ahora de que no había ni un solo vello. Eso o eran demasiado finos y rubios. Pero teniendo en cuenta que Inosuke era moreno de cabello... No tenía tanto sentido, ¿o sí? No lo sabía. Y era que, en los brazos ocurría lo mismo.

-Solo las axilas. ¿Por qué? -confesó. No se le hacía agradable tener una mata de pelo ahí, le incomodaba y le daba calor en la zona.

-Porque no tienes vello ahí. Ni aquí tampoco. -le levantó un brazo para corroborar sus palabras.

-¿Alguna vez oíste la palabra "lampiño"?

-¿Lamp...? ¿Qué? -el de la cicatriz no entendió completamente aquello.

-¿Lámpara? -y el rubio no tardó en irse por otro tipo de rama.

-Lámpara la que te falta para iluminar tu cabeza. -ninguno de ellos vio venir que Inosuke dijera algo tan agresivo de repente. Sin embargo, toda duda y confusión se disipó cuando comenzó a reír. -Lo siento, me lo pusiste en bandeja. -suspiró, sonriente. -Significa sin vello o con muy poco.

-¿Entonces tienes o no? -el rubio ya comenzaba a sentir su cerebro doler.

-Tengo en pocas zonas. Ya dije que en las axilas sí. Y aquí también. -se señaló de la forma más sutil posible la entrepierna. -Pero en ninguna parte más.

-Mientras no te depiles esos también... -Tanjirou dejó escapar una carcajadas. -Tengo entendido que es complicado y peligroso.

-No me digas... -el de cabello largo colocó las manos bajo la cabeza con una sonrisa ladina y las cejas alzadas, formando un gesto ligeramente desvergonzado. -Creía que las cuchillas eran para peinarlos.

-¡No! -el pelirrojo aumentó el volumen de su risa. -No los peines con eso, por favor. Te harás mucho daño. -no se lo tomaba en serio de verdad.

-Si lo hago despacio no tiene por qué.

-Ni despacio tampoco, utiliza un peine pequeño si es necesario.

-Tanjirou. -llamó el rubio. -Sé que te encanta hablar de las pelotas de Inosuke y qué tan bien peinados tiene los pelos, pero va a empezar el partido de voley naranja contra verde y tengo que ir.

Detrás de la luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora