Todo empezó con una mala noticia. Vaya forma de empezar el año con el pie izquierdo! Pero de seguro no había de qué preocuparse, ya había ocurrido lo mismo en otros años, y al final terminaba coronándolo como el mejor (muy típico).
Mm, dije que no había de qué preocuparse? Pues sí que lo había: me cambiaba de colegio.
Recibí la noticia con un berrinche que no había sido visto en mí desde hacía mucho tiempo.
Entré al baño y abrí la ducha. Me senté bajo el abundante rocío de agua y empecé a palmear mis piernas contra el suelo, produciendo ruido, pero que al parecer no iba a preocupar a mis padres. Aunque, si así lo hiciera, qué ganaba con eso? Veía poco probable que la situación pudiera mejorar: mis padres tuvieron problemas con su iglesia, a la que también pertenecía el colegio del que recientemente yo ya no formaba parte. Y sí, era una injusticia que por eso nosotros, los hijos, tuviéramos que retirarnos; pero mis padres tenían la suficiente dignidad como para irse sin mirar atrás.
Iba duchándome para no desperdiciar el agua, traté de escuchar algo. Mis hermanos? Los había oído profiriendo quejas antes; pero ahora sólo se escuchaba un murmullo que debía ser de mis papás. Mi hermana debía estar en nuestro cuarto, encerrada; mi hermano menor era el más adaptable a cambios, así que no debía estar dando muchos problemas.
Salí de la ducha, envuelta en mi toalla, con mi largo cabello castaño chorreando gotas de agua. Entré a mi cuarto y, como supuse, ahí estaba Gloria, tendida en su cama. Hubiera preferido estar sola, pero no podía botarla.
Ni siquiera mamá se atrevía a venir para decirnos algo. Mejor así. No se los iba a perdonar tan fácilmente, ni tan pronto.
Mi celular emitió un breve sonido melodioso que fue suficiente para agitar mi pecho. Me acerqué ansiosamente, encendí la pantalla y la desbloqueé... Sí, era él, mandó un mensaje. Ya quería contarle la noticia, aunque no estaba segura de que tanto importaría, después de todo, el ya había terminado el colegio (otra cosa que había que lamentar este año).
"Si tan sólo las cosas entre nosotros hubieran quedado mejor el año pasado", pensé. Pero no, la única forma de que fuera así, muy probablemente hubiera sido manteniéndome engañada, sin poder ver. Él había sido malo, tenía que admitirlo.
"Hola _respondí su saludo_ adivina qué, me cambio de colegio". Esperé su respuesta; estaba bien no decirle aún cómo me lo había tomado: quería su propia reacción.
Ni tan al instante, ni tan tarde volvió a sonar mi celular. Sí, era él de nuevo.
"Mm, wow! Ahora ni podré visitarte en el colegio, monga. Y a dónde te vas?"
Quería sonreír un poco: él hubiera ido a visitarme. Pero no, qué tonto, hubiera hecho lo mismo con cualquier amigo o amiga, y de seguro que igual visitaría nuestro ex colegio; aunque por qué culparlo? Acaso no iba a hacer yo lo mismo? Sin embargo, podía casi estar segura, a él no le importaba tanto como a mí. Y me pregunté si valía la pena intentar que fuera de otra forma.
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Un año más
Fiksi RemajaCreo que todos los años han terminado siendo buenos, no me quejaba al final; pero este fue un año... único. (Agradeceré a quien quiera inventir su tiempo leyéndolo, saludos)