CAPÍTULO 11: NICK WALKER

6.2K 208 6
                                    

Creía que tenía mi vida bajo control, ¿sabes ese momento en el que estás seguro de que sabes lo que haces porque tienes tus reglas? Yo estaba seguro, pero lo que no sabía era que a veces llegaba alguien y empezaba a romperlas todas. Sarah hace que me olvide de mis propias reglas, esas que para mí siempre han sido infranqueables.

Me despierto desorientado y veo que tengo a Sarah entre mis brazos. Genial, nos hemos quedado dormidos, miro la hora y pasa de media noche. Me levanto, me visto y salgo sin hacer ruido. No quiero volver a casa así que me meto en un bar y me pido una copa. Nunca duermo con nadie, es una de mis reglas, follamos y luego te largas. Ni tampoco veo pelis ni me tumbo en la cama con nadie. Y ¿por qué me sentía tan cómodo así con Sarah? Joder, ¿qué te pasa Nick? Y lo peor de todo ¿por qué no tuve pesadillas esta noche?.

Voy por mi tercera copa cuando recuerdo lo que le hicieron a Sarah con ocho años ¡maldito hijo de puta! Y ¿Por qué coño le escribe mensajitos Marc? ¿Acaso se la ha follado de verdad? ¡A la mierda!. Pago a la camarera y salgo tambaleándome, no sé muy bien a donde voy pero cuando me doy cuenta estoy enfrente al apartamento de Marc, aprieto los puños con fuerzas y subo. Aporreo la puerta con todas mis fuerzas, el capullo no abre así que grito hasta que oigo maldecir al otro lado de la puerta.

—¿¡Qué cojones quieres!?—y antes de que diga algo más le doy  un puñetazo en la nariz. Grita de dolor. Creo que se la rompí.

— ¿Qué le has hecho a Sarah?— espeto. El muy capullo se ríe así que le doy otros dos puñetazos. 

— ¿Por qué te importa Walker? ¿Acaso es mejor lo que haces tú? Follártelas y luego pasar de ellas. ¿Sarah no entra en tu juego y por eso estas así? Te diré que no sufras Nick, le hago disfrutar como nadie, grita mi nombre mientras se corre y...— no le dejo terminar, le doy tantos puñetazos que pierdo la cuenta. 

— La drogaste, la drogaste igual que a Emma— le grito. Saca el móvil y me enseña las fotos de Sarahdesnuda. Dios, no puedo ni mirar 

— Mira que cuerpo Nick y es todo mío, mañana me la follaré otra vez... — me provoca y yo me descontrolo, empiezo a gritar sin saber muy bien el qué y le pego sin parar. 

—Aléjate de ella, eres un maldito hijo de puta— digo a la vez que alguien me saca de allí no sin antes devolverme los golpes, Marc me pega una patada en las costillas y unos cuantos puñetazos mientras sus compañeros de piso me sujetan. Estoy demasiado borracho como para seguir defendiéndome. 

Camino y me meto en el primer bar que veo, me pido una copa. No recuerdo cuanto tiempo pasó desde que salí de casa de Sarah.

— Hola— saluda la camarera morena. Le hago un gesto con la cabeza. 

— Mi turno ha terminado ahora. Puedes acompañarme mientras me cambio...— dice insinuante mientras señala con la cabeza el sitio que intuyo que es dónde se cambia. No sé por qué, pero decido seguirla mientras me tambaleo, estoy demasiado borracho. Me besa mientras se quita la ropa y terminamos follando contra la pared.

Salgo del bar y camino, no sé a muy bien hacia donde voy pero sin darme cuenta son las 8 de la mañana y estoy delante de casa de Sarah. Subo y decido llamar a su puerta, no tarda en abrirme. Dios, está tan guapa recién levantada... ¿Qué me pasa?

— ¿Nick? ¿Qué ha pasado? ¿Por qué te has ido?—genial, está enfadada. 

— Nick— dice.

—Sarah lo siento — susurro y veo que está decepcionada 

—Nick no entiendo nada, vienes a cenar conmigo, te vas en mitad de la noche y apareces lleno de sangre y borracho... Cambias de humor constantemente y yo... yo solo estoy confundida —dice cansada. 

Enamorarse nunca fue fácilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora