Una chica baila y canta de repente en el balcón de su apartamento. ¿Qué tan malo será que a Jungkook le guste esta chica durante la pandemia del COVID-19?
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Jungkook tiene el corazón acelerado. Hace mucho no se sentía de ese modo. ¿Puede que haya comenzado a enamorarse de una persona en tales circunstancias? No lo sabe. Es imposible determinarlo y, además, no quiere hacerlo. Va a dejarse ir a donde el camino lo lleve.
Es viernes y ocurre algo. Ya no hay precipitación de lluvia sobre la ciudad. El tifón se ha ido, pero el equinoccio de otoño ha llegado al fin, esto significa que tanto el día como la noche tendrán la misma duración en todos los puntos de la Tierra y que la temporada otoñal ha hecho su llegada. Es todo un fenómeno. Jungkook ama esta época del año.
La dinámica ciudad de Seúl cambia de paisaje y las hojas crujen, el aire refresca. Desafortunadamente, todos los habitantes tendrán que ver y sentir desde lejos todo este dinamismo de cambios debido a la cuarentena, pero Jungkook se ha propuesto hacer de esa noche, cuando cenará con Lisa, la noche más especial.
Jungkook: ¿Te veré mañana?
Un día atrás le manda un último mensaje que tiene la intención de confirmar que su cita será un hecho.
Lisa: Sí.
A pesar de que sus deseos son confirmados, Jungkook nota que algo no es igual. Lisa no es la misma, no encuentra la calidez de sus mensajes.
De unos días a ese ha notado la diferencia, pero no le había tomado tanta importancia como ahora. A lo mejor Lisa sólo está tan nerviosa como él y no se ha dado cuenta de lo muy consternado que lo tiene con sus respuestas carentes de alegría. Durante esos días ha habido veces que contesta sus mensajes después de mucho rato. Ya no han hablado tampoco por videollamada, es como si quisiera tomar distancia con él. No entiende la razón y teme lo peor al fin: haberla presionado demasiado.
Jungkook: Lisa, ¿ocurre algo?
Ante su pregunta tan directa, le desconcierta más que la chica dé una respuesta muy rápido.
Lisa: No, nada. Espero que mañana tengas lista una servilleta por si me echo encima el café que voy a prepararme. Buenas noches, Jungkook.
El chico sonríe de manera inevitable. Ahí está. La gracia y espontaneidad que le gustan de ella.
Jungkook: Vale, y tú un vaso de leche. Buenas noches, Lisa.
Como no quiere ser demasiado pesado, la envía un mensaje hasta cuando falta cuarto para las ocho de la noche de ese viernes, que son el día y la hora que han concretado para su cita. Sin embargo, Lisa no da señales. Jungkook revisa su última conexión, a la una y once de la tarde. Ha pasado mucho tiempo desde que estuvo conectada por última vez. Frunce el ceño.
—¿Se habrá quedado dormida? —murmura en una reflexión a voz alta.
Decide no ponerse a hacer teorías que no lo llevarán a nada bueno. No puede ser que se le haya pasado. Le ha dicho que ese día cenarían juntos y, con lo poco que la conoce, sabe que cumple lo que promete.
