– ¿Estás listo?
– No.
Estábamos en el pórtico de casa, exactamente frente a la puerta. Habíamos llegado tarde debido a una serie de imprevistos que en otras circunstancias habría tolerado mejor. El aeropuerto tuvo dificultades con los equipajes, los de la agencia de alquiler tardaron una eternidad en entregarnos el vehículo y de camino nos topamos con varias calles bloqueadas debido a obras del ayuntamiento.
El universo parecía querer darme un mensaje que descaradamente decidí ignorar. En su lugar aprovechamos el tiempo para ultimar los detalles, tanto a la hora de contárselo a mi familia como al momento de decírselo a la suya. Y aún con el plan establecido no me sentía preparado y es que conociendo a mis hermanas, no me extrañaría que el padre Andrew formara parte del comité de bienvenida.
Resoplé provocando que Rose riera, se veía tan tranquila que me exasperaba – ¿¡Quieres relajarte!? Si ven tu cara de pánico esta mentira terminará más pronto de lo que inició – Acomodó el cuello de mi camisa y bajó su mano para entrelazarla con la mía, tomándome completamente desprevenido.
Tocamos el timbre a pesar de traer mi juego de llaves, cualquier excusa era buena para seguir retrasando lo inevitable. La puerta se abrió y fuimos recibidos por seis mujeres que boquiabiertas nos observaron. Esto no lo teníamos planeado.
Luego y en sincronía sus miradas bajaron a nuestras manos e inmediatamente se desató el caos – ¡Ahhhhhhh!
– ¡Seremos familia! – Corearon Janine y mi madre.
– Emm... ¿sorpresa? – Dijo Rose. Acto seguido, todas se abalanzaron hacia nosotros.
– ¡Esto es maravilloso, hijo! – Mamá me envolvió en un cálido abrazo, gesto que correspondí besándola en la frente.
– Ahora no me extraña que no quisieras contarnos nada sobre tu acompañante misterioso – Habló la pelirroja mientras estrujaba a su hija.
– ¡No lo puedo creer, Dimka! – Recibí un beso en la mejilla por parte de Karolina y un puñetazo en el hombro por Vika.
– Son el peor hermano favorito y mejor amiga del mundo ¿Cómo pudieron ocultarme algo así? – Señaló nuestras manos que seguían fuertemente unidas – Para compensarme tendrán que nombrarme dama de honor – Se colgó a nuestros cuellos y nos chilló en los oídos – ¡No puedo creerlo, van a casarse!
Una Sonya bastante embarazada nos la quitó de encima – Yeva nos contó que traerías a tu prometida, pero jamás imaginamos que se trataba de Rose.
La vi de reojo sentada en su silla favorita, contemplándonos en silencio, pero con una sonrisa que no le conocía. Entonces comprendí por qué hacía todo aquello y ciertamente valía la pena cualquier mentira o engaño del que fuera capaz con tal de verla feliz.
Solté a Rose y me acerqué, colocándome en cuclillas para evitar que se levantara – Hola, abuela.
– Bienvenido a casa, Dimka – La rodeé con los brazos temblorosos, atesorando el momento que en algunos meses no volveríamos a tener – Hablaremos después – Lo dijo tan bajo que entendí que en casa seguían sin conocer la verdad. Sin más remedio por el momento, asentí.
– ¡Ya era hora, Rosemarie! – Me volví para encontrarlas a su alrededor, sus rostros irradiaban pura felicidad. Aquello era horrible.
– ¡Mamaaá! – Protestó.
– Creímos que ya nunca se darían cuenta de que son perfectos el uno para el otro – Comentó mi madre, haciendo que nuestras miradas se cruzaran, incrédulos de lo que sucedía.
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Deseo de Cumpleaños
FanfictionSinopsis: ¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar para hacer realidad un deseo de cumpleaños?