CAPÍTULO 14

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JIHOON

No pasó mucho tiempo hasta que la casa ya no estuvo vacía.

Primero Eunhyuk llegó, con los brazos llenos de comida. Jihoon había terminado de ayudarlo a guardar los comestibles cuando Donghae regresó con su uniforme blanco de bombero. Jihoon miró hacia otro lado mientras los padres de Seungcheol se saludaban como si no hubieran estado separados por unas pocas horas.

Finalmente, Yebin regresó, rebotando en las paredes con noticias para ser contadas y Jihoon se preguntó por qué alguna vez había pensado que la casa no era un lugar seguro y cálido.

—¡Todo el mundo! —Yebin gritó lo suficientemente fuerte para ser escuchada en todos los niveles, aunque dos de las cuatro personas a las que llamaba ya estaban en la misma habitación que ella. —¡Tengo un anuncio!

Cuando los cuatro estuvieron sentados en la mesa de la cocina, Jihoon se acurrucó entre Seungcheol y Eunhyuk, Yebin se paró frente a ellos expectante. —Me alegra que todos puedan estar aquí hoy—, comenzó.

—Cariño, todos vivimos aquí, —señaló su papá.

Ella lo ignoró. —Ahora me doy cuenta de que mi vida ha sido como una montaña rusa. Es difícil ocupar un lugar en la sociedad cuando se necesita un espacio único. Sin embargo, creo que lo encontré. —Dejó de hablar y orgullosamente sonrió a su familia. —¡Voy a convertirme en un artista de cuerpo con licencia!

Jihoon esperó a que uno de los Choi respondiera.

—Cariño, ¿eso significa que vas a ser una de esas personas desnudas en una fiesta con pintura por todas partes? —El papá de Seungcheol preguntó con fuerza.

La bonita cara de Yebin se arruinó con una expresión de confusión. — ¿Qué? ¡No! Como un tatuador. Le haré tatuajes a la gente o piercings en el cuerpo—, se encogió de hombros.

—Oh, gracias a Dios, —dijo Donghae.

—Realmente... ustedes, gente—, murmuró Yebin, sacudiendo la cabeza. Ella los miró, su expresión se despejó. —Quiero decir, mi encantadora y solidaria familia—Su sonrisa era dulce, e incluso Jihoon sabía algo.

—Asumo que la escuela de arte no es gratis, —murmuró Seungcheol, y Yebin le lanzó una mirada asesina.

—No es gratis, pero tampoco estoy pidiendo mucho. ¡Lanzaré una recaudación de fondos! —ella dijo, otra vez emocionada. —Kim tuvo la idea.

—¿Por qué estabas saliendo con Kim? —Preguntó Seungcheol mientras sus padres se miraban.

—Eso no es asunto tuyo, hermano. ¡Lo único que importa es que es una gran idea! Kim conoce a un tipo que es dueño de un bar, y me dijo que podía llevar a cabo la recaudación de fondos. La gente podría ir, beber y... darme dinero.

Jihoon tuvo que apreciar su ingenio. —Te daría dinero, pero estoy bastante seguro de que he sido desheredado, dijo, aunque él no lo sabía ya que había dejado sus tarjetas de crédito y teléfono celular en su pent- house.

—En realidad, tuve una idea con la cual me podrías ayudar. Pensé acerca de cómo este tipo de eventos hacen dinero, y podría hacer una subasta, como esas en donde la gente podría hacer una oferta para un beso o una cita…

—Nop. No, —dijo Seungcheol. Jihoon estaba sudando solo por haberse puesto en una posición así.

—Espera, ¿por qué no puedo? —Jihoon preguntó, más para irritarlo que cualquier otra cosa.

—¿Quieres? —Seungcheol preguntó.

Jihoon sonrió. ¿Cómo se suponía que se resistiría a su amable alfa? Porque él es demasiado bueno para los problemas que le traerás. —No, yo no.

EODSS - JICHEOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora