8th part

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-Asegúrate de dejarlo limpio, de lo contrario tendrás que hacer lo mismo todo lo que resta del mes.- le dije de forma amenazante.

El cadete únicamente se encogió en su sitio mientras me miraba con una expresión de miedo en su rostro.

Asintió y me sentí lo suficientemente satisfecho como para poder continuar con mis obligaciones.

Ya me encontraba un tanto alejado del lugar donde había discutido con el cadete un par de metros quizás.

-Podrías dejar de ser tan exigente con ellos algunas veces, así no fomentarías al miedo con el que te ven.- dijo una voz detrás mío.

No me tomé la molestia de siquiera girarme para saber de quién se trataba, era más que obvio que no había sido la voz de aquel recluta al que recién le había dado órdenes.

-¿No tienes un grupo al cual entrenar o algo asqueroso que diseccionar el día de hoy?.- dije en tono aburrido.

Continué caminando viendo en la lejanía los edificios designados para la legión de reconocimiento, la luz del sol se ocultaba por momentos entre las espesas nubes blancas.

Hacía calor pero no de forma abrumadora, por lo que el viento que acompañaba aquella tarde era más bien refrescante y agradable a ojos de cualquiera.

El resonar de un segundo par de pisadas detrás mío continuó hasta que entré en el edificio donde se encontraban las habitaciones, entre ellas la mía.

Subí tomando rumbo hacia mi habitación, escuchando la madera crujir debajo de mis pies mientras avanzaba, los pasos de mi sombra aún continuaban.

La diferencia es que había permanecido muy callada desde que habíamos emprendido el recorrido hasta el lugar donde finalmente nos encontrábamos.

-¿Qué pasa contigo?.- pregunte mientras giraba el pomo de la puerta.

Entre en la habitación y luego la observé, su semblante era neutral, toda aquella locura a la que me encontraba acostumbrado en sus facciones no se encontraba en aquel momento, se notaba cansada.

Y podría ser que verdaderamente se encontrará de esa forma, ya que incluso el no escucharla parlotear todo el tiempo era ya bastante raro.

Sujete el borde de la puerta entre mis dedos, dedicándole una mirada que claramente volvía a repetir la pregunta que le había hecho.

Ella como respuesta únicamente se limitó a suspirar y pasar una mano sobre su rostro, levantando sus anteojos, quitándoselos de hecho en el acto y luego alborotando los cabellos que tenía sobre la frente.

Aquello ya sobrepasaba el límite de lo anormal.

Cuando me volvió a mirar, le indiqué con un movimiento de cabeza que entrara.

Ella vaciló un momento desde su lugar y mentalmente me pregunté qué carajos estaba haciendo.

-¿Qué no se supone que tengo prohibido entrar desde la última vez?.- dijo sonando divertida esta vez.

Vaya cambios de humor.

-Estoy tentado en retirar la oferta.- dije balanceando la puerta entre mi mano.

Su mirada perdió aquel brillo de diversión que contenían sus palabras y se dedicó a observar el suelo de madera con semblante desinteresado.

Aquello había sido muy... yo.

No era bueno que comenzara a adoptar reacciones que yo mostraba de forma regular, era no se... perturbador para mí.

Nos quedamos ahí de pie, como imbeciles esperando alguna reacción por parte del otro sin resultados inmediatos.

-Levihan- First Experiences Donde viven las historias. Descúbrelo ahora