Cuando Hange comienza a tratar de enseñarle a Levi cosas nuevas nunca se imaginó que todo se desarrollaría tal y como lo estaba viendo y disfrutando ahora mismo.
Historia originalmente publicada dentro del libro
-Levihan- Oneshots.
Esta historia e...
Por fin... aquello tan esperado ha llegado, me tomó bastante el que la creatividad volviera pero ahora que lo hizo espero que lo que se plasmo acá sea de su agrado.
Con ustedes, ¡El capítulo más largo que he escrito en mi vida!
❗️Advertencia❗️ Este capítulo contiene escenas explícitas de sexo, masturbación, menciones de temas como la menstruación y preferencias por la misma en cuanto a las relaciones sexuales,chistes malos, y sarcasmo.
Si NO te agradan este tipo de temas, este es el momento indicado para dejar de leer.
Para los que continuarán...
Una pequeña aclaración antes de comenzar: Aquí la narración será por parte de ambos, por lo que cuando narre Levi encontrarán el siguiente indicador 🟣L y cuando narre Hange cambiará a este: 🟠H, si tienen duda quien narra qué solo revisen la letra que acompaña el color y así sabrán de quién se trata.
Aclaró esto ya qué hay muchos pensamientos de uno y otro a lo largo del capítulo.
Bueno eso es todo.
¡Espero les guste!
Nos leemos al final 😊
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-Oye ~...- la escuche decir en voz baja, casi un susurro.
No hable, estaba demasiado sumido en mis pensamientos, lo cual no era nada relevante, cabe mencionar.
-Levi...- habló de nuevo, esta vez tocando la punta de mi nariz con la suya.
Sentía su respiración sobre mis mejillas, pero aún no era para tanto por lo que continué aparentando estar dormido.
Espere a que continuara hablando pero no lo hizo simplemente guardo silencio, mientras tanto aquello permitió que los ruidos nocturnos que comenzaban a hacerse más fuertes en el exterior, se escucharan con mayor claridad.
Podia escuchar el relinchar lejano de los caballos en el establo, ocasionalmente algún otro animal hacia acto de presencia, y luego el inconfundible sonido del viento a través de los árboles.
Dentro del edificio los sonidos también habían cambiado, ya no se escuchaba el rechinar incesante de puertas siendo abiertas y cerradas, el crujir de los pasos de gente yendo de un lugar a otro en todos los pisos había desaparecido y ahora habían sido reemplazados por ronquidos de reclutas, demasiado agotados para poder siquiera tomar en cuenta los sonidos que hacían.
El crujir ocasional de la madera también se escuchaba de vez en cuando, alguien abriendo la puerta de su habitación y cerrándola enseguida era un recordatorio de que no estábamos solos, había mucha gente aquí con nosotros.
Todos los sonidos podían ser registrados con atención si guardabas el silencio suficiente, justo como ahora mismo nos encontrábamos podía hacerlo con claridad.
