Unrequited Love | J.Jeongguk

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Véanlo de esta forma, dos chicas saliendo de un bar pasada la media noche, vistiendo polleras poco arriba de la rodilla y una de ellas muy alcoholizada.

Estaba metida en un gran lío

Siendo honesta no soy el tipo de chica a la que le atrae la idea de embriagarse a altas horas de la noche y despertar al día siguiente sin tener una mínima idea de lo sucedido, por supuesto que no, siempre he pensado que es mejor divertirse sin llegar al grado de perder la cordura y es por eso que, en estos momentos me encontraba en la posición de cargar con el peso de mi amiga que ahora deliraba cosas a las que yo no le encontraba nada de sentido, gracias a los efectos que había ocasionado la gran cantidad de alcohol que llevaba en el cuerpo.

Sinceramente no estaba acostumbrada a este tipo de situaciones, tanto como mi amiga como yo intentábamos evitar terminar en circunstancias parecidas a está y yo por la falta de experiencia solo podía alentar diciendo "todo estará bien".

Las calles de Seúl estaban completamente vacías, se podían distinguir pocas personas saliendo de restaurantes o bares envueltas entre risas y algunos autos sobre la calle principal.

Entonces pensé, ¿qué hacía yo en un lugar cómo este?

Y recordé la insistencia de MinHee por venir a este lugar, pero ahora solo podía pensar en una forma de cómo regresar a casa sin acabar siendo secuestradas. La temperatura había minimizado durante el transcurso noche por lo cual mi piel estaba completamente erizada y en busca de algún tipo de calor.

—Vamos JiHye, piensa—saqué mi celular del pequeño bolso que llevaba para cerciorarme si realmente la batería se había consumido por completo, y sí, no quedaba nada de carga—¡Rayos!—bufé con molestia, me sentía culposa por haber aceptado la invitación en un principio, sumándole el hecho de no haber cuidado a mi amiga—Minnie...tú...¿recuerdas en dónde pusiste tu teléfono?—le pregunté manteniendo mi postura, sabía que ella no se encontraba en sus cinco sentidos y un comentario fuera de lugar podía alterarla fácilmente.

Mis manos comenzaron a temblar a causa de la baja temperatura, mis párpados empezaban a pesar más de lo normal por culpa del cansancio y mi nerviosismo incrementaba aún más, agotando lo poco que quedaba de mi paciencia.

—Y-yo...no, creo que lo dejé—su voz se arrastraba y podía notar lo confundida que estaba, hizo una mueca haciendo lo posible recordar sus acciones pasadas—Quiero ir a casa JiHye

—Lo sé, no te preocupes...

•••

La luz del sol entraba fuertemente esquivando mis cortinas obligando a removerme incómoda entre mis sábanas, prepararme para cerrar los ojos y volver a descansar, pero entonces las imágenes de la noche anterior volvieron a mi cabeza y me desperté sin pensarlo más de dos veces.

Palpé las manos en mi cama dándome una postura más firme, estiré un poco mi cuello adolorido por la mala posición que mi cuerpo había adaptado anoche. Los efectos de las bebidas consumidas comenzaron a hacer presencia sobre mi y un dolor de cabeza agudo se presentó haciendo estremecer cada parte de mi cuerpo, sin embargo no duró mucho ya que, no había sido una gran cantidad de bebida alcohólica.

Miré a mi alrededor y pude notar la presencia de MinHee, estaba completamente dormida, sonreí para mi misma recordando algunas de las palabras que había dicho sin ningún tipo de querencia y lo difícil que había sido maniobrar con ella para lograr que subiera las escaleras sin causar un accidente o un escándalo.

Ví la hora que tenía mi teléfono y di un leve brinco espantada, 4:30 de la tarde, abrí los ojos de más y salí de la cama dirigiéndome al baño con pesadez. Mi cuerpo se sentía descompuesto y el dolor en mis pies aún continuaba. Pude ver mi reflejo en el espejo y notar las dos bolsas que tenía debajo de los ojos, tenían un tono entre lo morado y negro, ni que hablar de mi maquillaje, no había quedado rastro del cómo se veía cuando recién lo había hecho, el rímel se había esparcido dándome una apariencia no muy buena y el labial había desaparecido dejando en cambio manchas escurridas en mi barbilla. Enjuagué mi cara creyendo que así todo rastro que me condujera a los pensamientos de lo ocurrido se esfumaran, pero las ojeras permanecieron allí, incluso puedo decir que empezaron a notarse más.