[O2]

47 0 0
                                    

Buscar problemas en donde no los hay, es algo muy peligroso, puede distorsionar la realidad, mostrándonos nuestros peores miedos...
Pero, podía también ser una forma de que un golpe no fuera tan duro a la hora de recibirlo.

🔗

El estrés era algo con lo que ya estaba acostumbrada-más de lo que me gustaría-a lidiar. Un sentimiento difícil de nombrar se había apoderado de mi, buscando atormentarme, por algo que quizá solo tuviera existencia en mi mente, algo similar a hecharle leña al fuego.

Había pasado una semana desde la ultima vez que estuve con MinHee, su actitud en esa tarde no salía ni por un segundo de mi cabeza, y para ese momento era inevitable estar ansiosa por saber lo que pasaba.

Además, se aproximaba la fecha de entrega de los resultados de la pruebas, haciendo que mi inseguridad fuera aumentando a su nivel máximo, provocando consigo que, decidiera tomarme unos días libres.

Tuve el valor de ir a visitar la lápida de mi padre y pasar unos días en casa de mi madre a las afueras de la ciudad, posiblemente una manera vaga de evadir por un tiempo mis preocupaciones, pero terminó siendo muy necesario y liberador. Tenía muchas cosas que contarle, incluyendo el fuerte flechazo por mi mejor amigo que había nacido un par de años atrás y mi reciente temor por el ingreso a la universidad. Era la primera vez que regresaba después de once largos años y hablaba de una forma tan cercana a mi madre, por el hecho de ser adoptada y no mayor de edad, no tenía el permiso de visitarla ya que, ella sufría de bipolaridad, causando que en ciertas ocasiones tuviera episodios; llevaba un tratamiento estricto y a menos de ir acompañada por mis padres adoptivos y una de la encargadas del orfanato no había posibilidad de estar cerca, algo que, me causaba mucha vergüenza y timidez.

Visité también algunos lugares tranquilos y me tomé el tiempo de pensar, cosa que irregularmente hacía por la falta de tiempo.

Pero, una vez más tuve que despedirme de ese lugar que tanto amaba y reconocer que, el poco tiempo que duró, había sido muy alentador.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por un suspiró de cansancio, proveniente de la persona que tenía a mi lado, logró captar completamente mi atención y pude observar la expresión de molestia en su rostro.

—Lee JiHye, ¿Puedes decirme en qué piensas?—sus piernas se arrastraban de un lado a otro a lo largo de mi habitación, formando un vaivén mareador ante mis ojos—¿He hablado sola todo este tiempo?—atacó con otra pregunta, evadiendo abruptamente que no había obtenido respuesta de la primera.

Detuvo sus pasos secamente y me dedicó una mirada incrédula, casi ofendida. Acomodé algunos mechones de cabello que habían logrado escaparse de la cola alta y que ahora reposaban sobre mi frente.

—Ya te lo había dicho Minnie, solo son nervios—dije con un tono muy convincente. Pareció entender y colocó amabas manos sobre mis hombros, para seguidamente girar mi cuerpo de manera un poco brusca y regalarme una sonrisa con una pizca de alteración.

—Entiendo...—se apartó de mi y dió un brinco quedando tendida en mi cama. Podía jurar que esa chica tenía resortes en la piernas—Y yo tengo la solución para eso—se apoyó sobre sus codos para mirarme y guiñarme de forma divertida—Pero antes quiero escuchar qué tal te fue en ese viaje espiritista.

En serio amaba la forma en que MinHee podía hacerme reír, desde que había cruzado la puerta de mi habitación no había parado de decir un sin fin de cosas ridículas y chistes malos. Solté una pequeña carcajada y me senté a su lado.

Unrequited Love | J.JeonggukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora