Prefacio

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Tan solo dos horas antes la única preocupación de Kyle a sus 17 años eran los exámenes y tal vez un poco el actuar raro de su "amiga" Erica con quien hacia meses no se hablaba mucho en realidad, sin embargo ahora las cosas eran completa y absolutamente distintas y no era cualquier problema menor como una invasión zombie o la extinción de Canadá, esto era algo que no tenia una solución por mas absurda que fuera -como tenia acostumbrado- porque el problema en el que se había metido era algo que lo seguiría por el resto de su vida.

¿Y cual era el dichoso problema? Bueno, el problema de Kyle lo tenia justamente entre sus brazos, mostrandole unos hermosos ojos cafés, unas regordetas mejillas pero sobre todo y lo mas llamativo, una maraña de cabellos igual de pelirrojos a los de él mismo.

—South Park es bastante grande y hay bastantes pelirrojos por la zona, es imposible que sea de mi hijo—Lo defendía Sheila Broflovski mientras que el mencionado solo observaba al niño en sus brazos, dando miradas prolongadas a la castaña al frente suyo, quien solo lo miraba inexpresiva.

—Sé como te debes de sentir Sheila, pero... el resto de pelirrojos del pueblo tienen pecas—Intentaba ser lo mas calmada y razonable Liane Cartman quien no podía evitar tomar fuertemente la mano de su hija.

—Vamos Liane, no es por ser grosero pero tu hija no tiene la reputación mas pura del pueblo—Hablo Gerald haciendo que el semblante de Liane se volviera tenso, intentado no insultar al hombre por decir esas palabras, por otro lado, Erica solo veía a su pequeño hijo con desinterés.

—Eso es cierto, ademas no-

—Es mio—Hablo el muchacho de repente llamando la atención de todos, por un momento se sintió incomodo por las miradas de sorpresa que le daban todos, pero sobre todo la intensa mirada chocolate de la madre del pequeño.

—Kyle, hijo, no tienes porque tomar responsabilidades que no te corresponden—Hablo con desespero su madre.

—Es mio mamá, yo me acosté con Erica en el cumpleaños de Stan hace nueve meses—Confesó levantándose del sofá para mirar a sus padres a los ojos, pudo ver como las lagrimas empezaban a caer de los ojos de su madre pero eso solo hizo que apretara al bebé un poco sobre su pecho.—Este niño tiene mi sangre, en mi hijo.

La sala quedó en completo silencio por minutos eternos, Kyle miró a la castaña quien no paraba de negar con la cabeza con una expresión de "¿que mierda haces idiota?" mientras que Liane solo lo miraba agradecida.

—Liane, Erica.—Habló Gerald con la mirada sombría—¿Nos permitirían hablar con nuestro hijo? Ya hablaremos de esto con mas calma.—Ambas castañas se miraron para que luego la mas baja extendiera sus brazos en busca de tomar a su hijo y Kyle por inercia lo hizo, no obstante no iba a negar que no quería separarse del niño.

Cuando se escuchó la puerta principal sonar la casa se inundo de una tensión tan grande que incluso Ike, quien observaba desde las escaleras decidió retirarse preocupado por el bienestar de su hermano mayor. Lo siguiente que se escuchó en la sala fue la cachetada que le lanzó su madre al joven.

—Me has decepcionado hasta lo mas profundo de mi corazón—Le lanzó su madre sin parar de llorar—Has metido la pata hasta el fondo.

—Calma cariño, podemos resolverlo entre todos—Intentó razonas Gerald pero su esposa lo miró con enojo e indignación pura.

—Oh no! Yo no voy a cargar con los errores de mis hijos—Kyle sentía como su mandíbula temblaba por aguantar las ganas de llorar, pero seguía firme en su aceptación de paternidad—Vete de esta casa, yo no voy a mantener a alguien sin un futuro real, tiraste TODO tu futuro a la basura por una calentura

—Sheila, Sheila no nos precipitemos—Volvió a hablar Gerald tomando del brazo de su esposa pero ésta lo sacudió sin importancia.

—Recoge lo que quepa en una maleta y lárgate, a partir de mañana dejaras de ser parte de esta familia.—Y sin mas su madre fue hacia la cocina a preparar la cena mientras que su padre la seguía para discutir entre ellos.

Por su lado, Kyle dejó escapar un par de lagrimas mientras iba a su cuarto a hacer lo que su madre le había dicho, pudo sentir como su hermano lo abrazaba con fuerza mientras tomaba lo que mas podía entre su maleta, luego solo le revolvió el cabello con una sonrisa amarga para bajar, tomar las llaves de su auto el cual hace tan solo dos meses había conseguido y vagar por las calles de South Park sin rumbo fijo en realidad.

Luego de un rato se encontró vagando cerca del lago Stark, donde se dispuso a gritar y lanzar golpes a lo que fuera, pensando una y otra vez en aquella noche en la granja Tegridad, donde producto del alcohol lo hizo con la chica que mas odiaba en el mundo, una maldita niña mimada, antisemita, controladora y gorda. 

Pero sobre todo,  a quien amaba de manera insana.

Cuando vio a ese pequeño niño con rasgos tan parecidos a la chica pero con ese cabello rizado y pelirrojo que tanto lo caracterizaba no pudo evitar enamorarse también de él, sentir su fragilidad en sus brazos y como le robaba el corazón con solo existir y saber que llevaba su sangre.

Ese era el verdadero problema, no el hecho de que había tirado al caño todo su futuro lejos de ese pueblo raro, o que ahora estaba ligado de por vida a esa castaña gorda e insufrible que le hacia la vida imposible todos los días de su existencia, no, el verdadero problema de Kyle Broflovski era

Que no se arrepentía de nada.

...

Quería unirme al bando de Cartman con vagina :v

Meper0nan?

No me arrepiento | Cartman!FemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora