No estaba seguro de cuánto tiempo había transcurrido, pero las ansias lo carcomían por dentro. Quería saber que había pasado con ellos, ¿Naruto, cambiaría al ver a su hermano tan mal? ¿Le perdonaría aquellos horribles tratos del pasado? Sasuke le amaba con locura, es solo que estaba demasiado confundido para notarlo. Y las cosas tuvieron que llegar tan lejos para notar su amor por el blondo.
Se paró frente a la habitación de su hermano y largo un gran suspiro, a continuación tocó a la puerta.
—Pase-la voz de Naruto, calmada, llegó a sus oídos. Todo parecía estar bien.
Entró al cuarto y vislumbró sobre la cama al rubio sentado contra el respaldar de la cama con Sasuke recostado sobre su regazo. La cabeza sobre los glúteos del menor. Quedó sorprendido. Su hermano tenía una expresión totalmente llena de paz en su rostro, respiraba suavemente con los ojos cerrados sin presión alguna.
Dormía bien por primera vez luego de tantos días de llantos.
—Está así desde hace poco-el oji-azul acarició la cabeza del azabache con gentileza sin perturbar su calma.
—Sinceramente no puedo creer lo que estoy viendo...-murmuró-De verdad, me hace tan... tan feliz que hayas aceptado venir conmigo. Se ve tan feliz-sollozó mirando el rostro de su querido hermano.
—Se lo dije, aunque pase mucho tiempo, olvidarme de él me será imposible. Le amo con todo mi corazón-le miró con ternura-Aunque me haya hecho tanto daño... debería dejarle, pero... por más que lo intento, mi alma solo quiere estar a su lado. Soy un verdadero tonto.
—No lo eres-sonrió compresivo-Lo haces por amor. No hay otra razón más clara que esa. Te estoy muy agradecido, gracias por tener el coraje de volver, mi padre no estará a gusto con tu presencia ahora que sabe que amas a mi hermano. Sin embargo, él no podrá tocarte ni un cabello porque estarás bajo mi cuidado.
—¿Su padre... qué?-se quedó pálido del susto.
—No te alarmes. Como futuro rey, no le conviene tenerme en su contra. Mi padre tendrá que aceptar su relación, de lo contrario abandonaré el legado y mi hijo tampoco será gobernante. Tendrá que buscarse alguien más-rió.-Lo tengo todo planeado.
—Si... si usted lo dice, eso me tranquiliza un poco. Yo... todavía no sé qué ocurrirá a partir de ahora. El príncipe Sasuke no me ha dicho nada... nosotros...-se sonrojó de golpe.
—Mi hermano te ama más de lo que imaginas, y hará todo lo que este a su alcance para complacerte. Serás parte de esta familia, que no te quepa la menor duda.
...
...
Cuando él despertó, todavía no lograba asimilar que su amado rubio estaba a su lado en su cama y bajo su techo. Pegadito junto a él, descansando tan hermosamente, aunque lucia diferente, el color de su cabello no quitaba la belleza que siempre poseyó. Pudo reconocerle tan fácilmente a pesar de su deplorable estado, su aroma, su voz, sus ojos, sus adorables marquitas en las mejillas, su piel, sus labios... todo era su Naruto. No había otro hombre como él en el mundo, en su campo visual. Naruto era único y finalmente lo había comprendido.
Aun sintiendo el dolor en cada articulación de su cuerpo, eso no le impidió tocar su rostro con la yema de sus dedos y sonreír tan bobamente. Si Itachi le viera así, se burlaría por siglos. Se mantuvo observándole en silencio por bastante tiempo, cuando la noche comenzó a pesar sobre él, finalmente abandonó su lecho y su voluntad de vivir comenzó a crecer progresivamente.
Con el simple camisón que vestía, se dio la libertad de escabullirse del catillo e ir al jardín. Un pequeño recinto que estaba en el patio trasero, junto a él, había un pozo de agua. Tomó una cubeta de madera y la llenó de ese líquido derramándola toda sobre él, los escalofríos acudieron a su cuerpo y contuvo la molestia para sí mismo. Repitió la acción una y otra vez, hasta estar seguro de estar aseado.

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Obsesión
RomanceEl príncipe Sasuke se acuesta con el criado de la casa. No puede dejarlo un minuto en paz, no parece ser amor y Naruto sufre por ello. Desesperadamente haya la forma de huir del castillo cuando se acercan los preparativos para la boda de Itachi, el...