Capitulo 2 "El tren"

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Haymitch
Que más puedo pedir, si la mujer que amo duerme a mi lado. Con el tren atestado de gente creí que dormiría solo, sin embargo se las ha ingeniado para estar conmigo acompañando mi noche. Apenas y conciliaba el sueño cuando tocaron a mi puerta. Effie se despertó asustada, ¿Quién podría ser a estas horas?. Le hago una señal de silencio a Effie poniendo mi dedo indese sobre mis labios, camino hasta la puerta y abro solo un poco, para encontrarme con la persona más inoportuna, Katniss.

― ¿Qué quieres? ― Digo fastidiado. Apenas comenzaba a dormir.

― Tengo que hablar contigo. ― Susurra.

― ¿Ahora? ― Pregunto y ella asiente. ― Más vale que sea bueno. — cierro la puerta y espero unos segundos pero se queda estática sin decir nada. ― ¿Bien? ― Le ladro por que me está fastidiando mis horas de sueño que puedo tener con la tranquilidad que me trasmite Effie a mi lado.

El tren frena para reposar y ella aún titubea para hablar. ― El aire en el tren está muy viciado. ― Dice casual pero hay algo que no me cuadra y se que nada va bien.

― Sé lo que necesitas. ― paso a su lado y abro una puerta hacia el andén. La nieve me golpea el rostro y me mareó callando al suelo. Creo que bebí mucho vino en la cena. Un avox se apresura a ayudarme pero rechazo su ayuda y me levanto a trompicones. ― Sólo quiero algo de aire fresco. Sólo será un minuto.
— Perdón. Está borracho. ― Dice a modo de disculpa. ― Yo lo traeré.

Al fin estamos fuera sin nadie que escuche. Me vuelvo hacia ella impaciente.  ― ¿Decias?— Me cuenta todo sobre la visita del presidente, su desliz con el tal Gale y la amenaza de muerte que pesa sobre nuestras cabezas si ella fracasa en su intento de chica enamorada. Si había bebido de más en la cena después de tremenda revelación vuelvo a estar sobrio.  ― Entonces no puedes fracasar.

― Si sólo pudieras ayudarme a salir adelante en este viaje . . . ― Empieza.

― No, Katniss, no es sólo este viaje. ― Contestó tajante.

― ¿Qué quieres decir?

― Incluso si salieras adelante ahora, volverán en otros pocos meses a llevarnos a todos a los Juegos. Tú y Peeta ahora serán mentores, cada año de ahora en adelante. Y cada año revisitarán el romance y publicarán los detalles de su vida privada, y nunca jamás podrás hacer nada que no sea vivir feliz para siempre con ese chico.

Se ha quedado muda. Si pensaba que todo acabaría después del Tour de la Victoria esta muy equivocada. Cinna me hablo de la advertencia de Plutarch sobre los disturbios en los distritos, ahora con la visita de Snow a Katniss me doy cuenta que la revolución es una realidad.

— ¿Entiendes lo que quiero decir? — La presiono. De ahora en adelante su vida le pertenece al Capitolio, y los destinos de muchas personas de depende de que ofrezca un buen espectáculo.

Caminamos en silencio hacia nuestros compartimentos. Al llegar a la puerta de Katniss le doy una palmadita en el hombro para que sepa que la apoyaré en todo.

— Podría haberte ido mucho peor — No se si la frase la consuela pero al menos le permite pensar que la mejor opción es aceptar su realidad con Peeta.

Regreso a mi compartimento y me meto entre la sábanas junto a Effie que sigue en un sueño profundo. Intento no darle vueltas al asunto, necesito dormir aunque sea un par de horas, ahora más que nunca debo estar en mis cinco sentidos, con todo lo que está ocurriendo es mejor estar alerta.
El sol apenas y se atisba en el horizonte cuando siento a Effie salir de entre mis brazos. Hoy llegaremos al medio día al distrito once y las actividades comenzarán desde temprano, y por supuesto aquí la que le pone orden a todo es Effie y por ello es la primera en levantarse.

Carbón y Perlas: El fuego de la victoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora