❝Quizá Malfoy no lo supiera, pero Fred la consideraba así, completamente suya.❞
Personajes, lugares y situaciones pertenecen a J.K. Rowling.
No se menciona mucho sobre la historia de Harry, todo está centrado en Freya y Fred.
La novela es erótica, s...
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Freya Malfoy ahogó un suspiro al sentir los labios de Fred Weasley rozarle el cuello, le acarició el cabello mientras los besos de éste iban descendiendo hasta su remera.
—Weasley —masculló la pelinegra.
—Sólo un momento más, Malfoy —respondió Fred, mientras desabotonaba la camisa de la chica.
A Malfoy normalmente no le habría importado que Weasley lo hiciera, no era nada que no hubiera visto; pero ese día tenía prisa. Mucha.
Se alejó, en contra de su voluntad, del pelirrojo, quien la miró con los ojos castaños suplicantes.
—Debo irme, Weasley —avisó—. Te veré pronto, estoy segura que Snape no tarda en castigarme.
El pelirrojo sonrió a medias, su cabello estaba alborotado y su camisa abierta, además de la corbata en el suelo.
—Casi podría decir que voy a extrañarte —dijo el pelirrojo acercándose a ella.
—No hace falta mencionar lo obvio, Weasley. Bien, nos vemos.
Y antes de que el chico pudiera contestar, Freya desapareció del aula. A diferencia de Fred, ella sabía cómo mantenerse imperturbable; era cierto que el pelirrojo la volvía loca, pero sabía comportarse, haciendo que éste sólo la deseara más.
Su relación, si es que se le podía llamar así, con Fred Weasley había empezado un mes atrás, cuando ambos habían sido castigados por la profesora McGonagall. Habían descubierto que los profesores los dejaban solos por horas, ni siquiera se molestaban en revisarlos, simplemente les quitaban las varitas y desaparecían.
El detonante de todo eso había sido el odio que sentían el uno por el otro, Freya había pasado cinco años despreciando a Fred Weasley, no soportaba verlo, mucho menos escucharlo; y lo mismo ocurría por parte de él. La castaña estaba segura de que era la única manera de poder sacar tanto odio, los insultos ya no funcionaban, necesitaban algo más... Fue entonces que Weasley tuvo la brillante idea de arrinconarla contra una pared, con el propósito de molestarla, pero no contaba con que Malfoy iba a besarlo, mucho menos que le gustaría.
A diferencia de la familia Malfoy, Freya tenía el cabello oscuro y había sido seleccionada en Gryffindor, razón por la cual no hablaba con ningún miembro de su familia. Sin embargo, la actitud cínica e insolente la había heredado a la perfección, además de sus brillantes ojos grises.
Se dirigió a la biblioteca para hacer los deberes, quizá era la alumna con más castigos en todo Hogwarts, junto a Fred Weasley, por supuesto; pero seguía siendo una de las más brillantes.
Debido al Torneo de los Tres Magos, muchos de los alumnos se encontraban dispersos, no paraban de hablar sobre eso; pero a Freya la tenía sin cuidado, incluso había faltado a la primera prueba para quedarse sola en el castillo, no era desconocido que a Freya Malfoy le agradaba la soledad.