Pvo Normal
Tras despedirse de sus alumnas, salió y se encontró con un hombre muy valioso para ella. Desde su inicio en ese trabajo, él fue el primero en estar a su lado.
A lo largo de los últimos años se habían convertido en amigos íntimos. Entre ellos no habían secretos.
Además...también fue quien la ayudó a levantarse cuando se encontraba de rodillas en el suelo y, nadie... absolutamente nadie se percató. Ni siquiera...su familia.
Quién diría que un extraño sería capaz de ver, todo, lo que sus propios familiares eran incapaces de ver.
Ese fue Zen.
Él fue quien la ayudó a curarse, cuando nadie más vió sus heridas,causadas por la culpa que sentía cada día, la abrazó cuando tenía esas horribles pesadillas que no la dejaron dormir desde que volvió del Sengoku.
Él era su refugio en mitad de su propia tormenta.
Él siempre conseguía sacarle una sonrisa...y...era suyo.
Nunca supo por que lo eligió...pero no había marcha atrás...ya habían cruzado la línea...
-Nos vamos? madam~?- preguntó el ojirubí con una seductora sonrisa
- Claro,jeje..."caballero"
- Oye, realmente soy todo un caballero. Admítelo =>=
-Hai,hai~ Nos vamos?
- Ash~ Sii~ T<T
- Vamos,Zen. No pongas esa carita. Si?
- Hmn~ T×T
- Pobrechito. He sido muy mala?
-Sip!~ por eso te castigaré!
-Ah?! Tan mala he sido? ...y... como me castigará?
Mientras hacía esa pregunta la azabache se iba acercando, para finalmente ser apresada en los brazos de su compañero.
- Hmm:3...Me invitarás a un trago! Es-ta no-che.
- Eres tan infantil...(n○n)"
- ...=×=
Tras eso se dirigieron a la salida, sin saber que alguien los había visto actuar de esa forma.
Llegaron a la sala principal y se cruzaron con lo chicos de la clase.
- Hola chicos que haceis?~
(silencio)
-Chicos?
- Ho-hola, Aome-san O///O
-Hola~
-...tsk...Hola, Zen.
-Oooo, pero que frío...~ A Aome, no le has saludado así, Tora-san =~=*
-"Jaja",por que será...
-Bueno chicos a sido agradable saludarlos, pero nos tenemos que ir. Vamooos, Zen. - dijo Aome mientras se giraba, pues no quería otra pelea en la cual estuviera metido.
- Veo que ni saludas...miko