Señas

Capítulo 9

Kara llegó a casa del trabajo el lunes y encontró a Alex y Maggie buscando comida en su refrigerador. Puso los ojos en blanco mientras entraba con una pila de cajas de pizza, colocándolas en el mostrador.

"Dios te bendiga Danvers, me muero de hambre", dijo Maggie, mientras se abría la caja superior. Kara sacudió la cabeza hacia Alex, sonriendo mientras se quitaba el abrigo.

"Entonces, ¿Cómo estuvo la cita?" Alex comenzó. Kara le lanzó una mirada exasperada, recogiendo una de las cajas de pizza y sentándose en el sofá. Maggie y Alex se unieron a ella, esperando que Kara volviera a poner su porción de pizza en la caja antes de volver a gesticular.

"Salió bien, nos divertimos mucho"

"¿Realmente la llevaste a la sala de juegos?" Preguntó Maggie, encendiendo el televisor.

Kara asintió, una sonrisa tímida iluminó su rostro. Sus manos formaron diferentes formas en el aire cuando les contó sobre su noche, dejando de lado algunos detalles. Sin embargo, Alex no era estúpida.

"Entonces, ¿Ya la besaste?" Alex preguntó sin rodeos. Kara se atragantó con su pizza, sintiendo sus mejillas calientes cuando su rostro se puso rojo. Se tragó el bocado y tomó un sorbo de su bebida, tratando de evitar la pregunta de Alex.

"Bueno, eso es un sí", concluyó Maggie, riéndose de la cara de Kara, "Parece que la pequeña Danvers tiene algo de juego, ¿eh?" ella se rio y empujando juguetonamente el hombro de Kara.

Kara puso los ojos en blanco de buen humor, sonriendo hacia su regazo mientras pensaba en Lena besándola anoche.

"Sí, tu mensaje de texto tuvo un gran momento anoche Alex" Kara gesticuló.

Alex se cubrió la boca con la mano mientras intentaba no reír, y Maggie se volvió hacia Alex.

"¡Alex no lo hiciste!" Maggie la reprendió.

"¡Lo siento! Supuse que tu cita habría terminado para entonces..." se rio Alex, levantando las manos en su defensa. Kara dejó escapar una risa silenciosa, sacudiendo la cabeza mientras sonreía.

"Entonces, ¿Cuándo podemos conocerla?" Preguntó Maggie, mirando expectante a Kara, cuyos ojos se abrieron al pensarlo.

"Sí, nos encantaría conocerla, ¿Tal vez puedas llevarla a las bebidas del viernes por la noche para compensarnos el viernes?" Alex preguntó, con una sonrisa petulante en su rostro. Kara gimió internamente, no había forma de que saliera de esta.

"Le preguntaré si está libre" Kara gesticuló, sus hombros subían y bajaban mientras dejaba escapar un suspiro dramático.

"Sin embargo, no puedo hacer ninguna promesa", agregó mientras Alex aplaudía, sonriendo triunfante.

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Era casi la hora del almuerzo del miércoles cuando Lena entró en la biblioteca. Kara levantó la vista cuando se acercó a la recepción, su rostro se iluminó cuando se dio cuenta de que era Lena.

"Hola, me preguntaba si podrías ayudarme a encontrar un libro", preguntó Lena, guiñándole un ojo a Kara mientras sonreía. Kara le devolvió la sonrisa, poniéndose de pie y caminando para encontrarse con Lena. Agarrando la mano de Kara, Lena las condujo a uno de los pasillos en la parte trasera del edificio. Mirando a su alrededor para asegurarse de que estuvieran solas, Lena agarró la cintura de Kara y la empujó contra una de las estanterías.

Los labios de Lena encontraron los de ella cuando las estanterías chocaron contra la espalda de Kara. Tomada por sorpresa por la intensidad del beso, las manos de Kara se apresuraron a detenerse en la estantería detrás de ella, sacando accidentalmente algunos libros del estante. El ruido sordo de los libros golpeando el suelo fue fuerte en el silencio de la biblioteca, y Kara sabía que la señorita Grant vendría a investigar.