Señas

Capítulo 24

Kara nunca había estado tan aliviada en toda su vida. ¡Ella podía sentir sus dedos!

Lena se apresuró al hospital tan pronto como Alex la llamó, diciéndole a Jess que cancelara el resto de sus citas del día mientras salía a toda prisa. Prácticamente corriendo hacia la recepción, Lena pregunto en el mostrador dónde se encontraba Kara y se dispuso a buscarla.

Cuando entró en la sala, vio a Kara sentada en el borde de una cama de hospital, con las piernas colgando sobre el borde mientras Alex se sentaba en una de las sillas, hablando con ella. Kara levantó la vista, casi como si pudiera sentir la presencia de Lena. Su rostro se dividió en una sonrisa, y Lena reflejó su expresión mientras corría hacia la cama.

Lena sollozó mientras tiraba de Kara en un fuerte abrazo, besándola sobre su cabeza. Ella retrocedió, ahuecando la cara de Kara mientras sonreía entre lágrimas.

"Puedo sentir mis dedos de los pies", Kara sonrió ampliamente, sus ojos llenos de lágrimas.

"Puedes sentir tus dedos de los pies", respondió Lena, riendo con incredulidad.

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Resultó que los graves moretones y la columna comprimida que Kara había sufrido en la parte baja de la espalda durante el accidente habían causado parálisis temporal mientras luchaba por repararse. Había una posibilidad muy alta de que nunca recuperara la sensación debajo de la cintura, pero por algún milagro, fue una de las pocas afortunadas.

Era como si les hubieran quitado un gran peso de encima. Esto era todo lo que Kara había deseado desde el accidente. Su optimismo regresó con toda su fuerza cuando juró que volvería a caminar, sin importar cuánto tiempo le tomara.

Aumentaron las sesiones de fisioterapia de Kara a tres días a la semana, haciendo un progreso real con la fuerza muscular de Kara y la sensación en sus piernas. Todas las mañanas, Lena la llevaba a la piscina, aliviando la presión sobre las articulaciones de Kara mientras Lena la sostenía a flote.

Pasó otro mes antes de que Kara moviera los dedos de los pies por primera vez.

Era temprano un domingo por la mañana y Lena la estaba ayudando a vestirse. Cuando agarró el pie de Kara para ponerse el calcetín, su dedo tocó la parte inferior del dedo gordo del pie de Kara. Dio la casualidad de que Kara tenía cosquillas y su dedo gordo se crispó en respuesta al toque de Lena.

"¡Oh Dios mío!" Lena jadeó, sonriendo a Kara desde donde estaba agachada frente a ella, "¡Acabas de mover el dedo del pie!"

"¡¿Qué?! ¡De ninguna manera!" Kara exclamó, empujándose sobre sus codos desde donde estaba acostada en la cama. Podía distinguir sus pies en el regazo de Lena, una mano agarrando su talón mientras la otra sostenía el calcetín olvidado.

"¿Puedes hacerlo de nuevo?" Preguntó Lena, mirando los pies de Kara con asombro.

Frunciendo el ceño en concentración, Kara deseó que sus dedos se movieran. Muy levemente, logró mover a dos de ellos del pie derecho.

"¡Lo hiciste!" Lena aplaudió emocionada, levantándose de sus cuclillas para inclinarse hacia adelante y darle un beso a Kara.

"¡Tendrás que mostrárselo a todos esta noche!" Lena sonrió, su rostro lleno de alegría. Estaba tan feliz que sintió que podía estallar, Kara realmente estaba mejorando

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Esta noche estaban en la pizzería favorita de Winn, amontonados alrededor de una mesa mientras devoraban tres pizzas gigantes entre los cinco.