Dulce Tentación

Mudanza

Mi nombre es Lucy Thompson, vivo en Canbury un barrio situado en algún lugar de londres, por ahora vivo con mis padres y mis dos hermanas Caroline y Lily, mañana me mudare a algunas calles de aqui.

Trabajó de camarera en The Greenhouse un restaunte Francés, llevo trabajado ahí cerca de un año, quería ayudar a mis padres económicamente. Mi primer día ahí fue un desastre, pedidos equivocados, regaños por ser tan inepta y por supuesto bandejas que pasaban mas en el piso que en mis manos. Por suerte me dieron otra oportunidad y me fueron guiando y enseñando cada cosa que se ahora.

Cierro los ojos al sentir la brisa fresca entra por la ventana de mi habitación causandome una sensación de escalofríos, me cuesta creer que esta sea mi ultima noche en este lugar, pero ya es tiempo de independizarme. No podía tener 22 años y seguir viviendo con mis padres y hermanos.

Estoy en mi segundo año de arte en la Universidad de Brighton, por una media beca que me a dado el estado, la otra mitad la tengo que pagar yo a pesar de que mi padre a insistido en que el quiere hacerse cargo del asunto. Dejar mi hogar y mi familia es una de las cosas mas difíciles que he tenido que hacer, pero ya es tiempo de salir y demostrar que puedo yo sola.

Observo mi reflejo en el espejo, arrugo mi nariz al ver mi rojizo cabello todo despeinado, soy la única peli roja de mis hermanas , mamá dice que saque el cabello de mi abuela paterna, mis ojos verdes iguales a los de mi padre, pero son esas pecas que tengo en mi rostro que me hacen única en mi familia.

Mi cuerpo por otra parte es delgado, a pesar de que tengo mis curvas, mamá me obligo a meterme en una de sus clases de yoga y la verdad es que me gustó, probablemente esa es la razón por la cual me mantengo en forma y saludable.

-Mañana vas hacer tu contra el mundo - Digo con una sonrisa, al reflejo que está frente a mi

-Permiso ¿Puedo pasar cariño? - Volteó a ver a mi padre que se encuentra parado en el umbral de la puerta

-Claro papá, pasa - Me siento en mi cama lo cual está un poco desordenada

-Veo que ya empacaste todo - Mi padre observa las caja con nostalgia, un pequeño suspiro sale de el

-¿Estas bien? - Pregunto preocupada. Mi padre y yo siempre fuimos muy unidos. Viví tantos hermosos momentos con el - Papá me voy a mudar solo a unas calles de acá, podrán ir a verme cuando quieran.

-Lo se, lo se cariño es solo que no me acostumbró a la idea de tenerte lejos, tu y yo eramos un equipo y ahora... - El suspira su mirada baja, reprimiendo sus ganas de llorar

- Papá - Sin dudarlo me acerco a abrazarlo su aroma a tabaco y a menta inunda mis fosas nasales transmitiendo paz y seguridad en mi - Aun seguimos siendo un equipo, mamá y tu no se van a librar tan fácil de mi, aparte aún están las gemelas

Caroline y Lily son hermanas gemelas,  son unas hermosas niñas de 4 añitos, sus cabelleras castaña como el de mamá, sus ojitos color grises también a los de mi madre, en definitiva son el vivo retrato de ella.

-Dos torbellinos llenos de ideas y de curiosidades, al igual que tu. - Mi padre me sonríe, atrayendome hacia el - Este siempre será tu hogar ¿de acuerdo?

Asiento con la cabeza a su pregunta, cerrando los ojos disfrutando de su aroma y de los latidos de su corazón.

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El sonido lejano de unas campanitas hacen eco en mis oídos, vuelvo a escucharlas una y otra vez. Al despertar, frunzo el ceño al sentir el sonido más cerca volteó encuentrandome con Lily y Caroline ambas vestidas con una jardinera color rosa y un abrigo blanco por debajo, llevan unas panties a blancas y unas pequeñas botas color negro.
Su cabello esta atado en dos coletas, haciendo que luzcan mas adorables de lo que son.