Dulce Tentación

Cita y confesiones

Observó la caja de regalo encima de mi cama, no tuve el valor para dejar el obsequio en el trabajo, pero tampoco para abrirla, pretendo entregar el regalo, no quiero aceptar nada que venga de el. Aunque...no creo que abrir el regalo cause daño, pero si lo abro seria darle importancia y no es algo importante, aunque esa parte curiosa de mi desea abrirlo y poder descubrir que se encuentra en esa lujosa caja, de solo ver el envoltorio me pone los pelos de puntas, no hace falta ser un genio para deducir que el sr Becker es un hombre de dinero y poder y eso asusta, se que alejarme de el es lo correcto y es lo que hago o al menos lo intento, pero una parte de mi se rehúsa a alejarse, algo en el me atrae y no se de que manera, tal vez sea esa inmensa curiosidad que siento por el.

-Bueno, abrir un obsequio que es prácticamente mío no es algo malo ¿no?, el no lo sabrá, no hay manera en que lo sepa - ¿Ahora habla sola Lucy?, no te creía a ti misma como una chica desquiciada, que habla consigo mismo

Ruedo los ojos al escuchar esa maldita voz en mi cabeza, si mi propio subconsciente se las arregla para hacerme la vida imposible, entonces cualquier mundano en este mundo lo hará, en especial el enigmático sr Becker y eso es algo que quiero evitar, realmente quiero evitarlo a el a toda costa, pero de alguna manera el se las empeña para perseguirme incluso cuando no lo veo de alguna forma siento que el esta ahí. Tal vez soy paranoica y necesite terapia urgente, ningún hombre me ha hecho sentir esta sensación nunca. Esa mezcla de peligro y curiosidad que me arrastra hasta lo mas profundo de la tentación.

El timbre suena sacándome de mis pensamientos, salo de mi cuarto olvidándome por un momento de esa caja y del sr Becker, al abrir la puerta Lara se lanza a mis brazos y yo la recibo de inmediato, se me hace inevitable no preocuparme al notar su llanto

-¿Lara que pasa? - Ella se aparta de mi, para limpiar sus lagrimas, se sienta en el sofá y aprovecho para traerle algo de agua

Ella se toma el agua lentamente, una vez acabado respira profundamente, pero sus sollozos siguen saliendo de ella intento calmarla, pero es en vano tal vez debería de llamar a sus padres, pero y si sus problemas fue con ellos. Ellos siempre fueron muy unidos, la familia perfecta o al menos eso es lo que aparentan. Lara no me habla mucho de sus padres, pero cuando lo hace, lo hace con tanta devoción y amor que la idea de que tengan un problema llega hasta ser inimaginable

-Lara por favor cálmate y dime que a paso - Lara siempre se destaco por ser una inquebrantable, por eso el hecho de que ella este frente a mi en este estado solo me hace pensar lo peor.

-Nunca me aceptaron Lucy, nunca aceptaron el hecho de que yo sea bisexual - Por primera vez veo a una Lara vulnerable, sus ojos y su nariz están de un color rojizo producto del llanto

-Lara, por favor explícame que paso - Tomo su mano dándole fuerzas, pero a este punto siento que ella necesita mas que un apretón de mano de mi parte

-Les conté que deje la universidad y se enojaron mucho. Dijeron que era una irresponsable, que no pienso en mi futuro y que ya tienen suficiente con tolerar mi "condición" - El silencio nos envuelve a cada una de nosotras, soy de esa clase de personas que en momentos así no sabe que decir, es como si las palabras se me fueran justo en el momento que mas necesitan estar - No me importa que no me apoyen sobre dejar la universidad, es mas se que tienen derecho de estar enojados, pero me duele que no me apoyen, no me aceptan como soy y eso me rompe. ¿Lucy si no me aceptan mis padres, entonces quien lo hará?

Recuerdo la primera vez que conocí a Lara, espontanea, valiente y vivaz, una chica que no le importa lo que digan sobre ella, una chica que se lleva el mundo por delante sacando garras por sus ideales. Admire a esa chica desde el primer momento y algo en mi me dijo que necesitaba a alguien así en mi vida y vaya que no se equivoco, pero esta no es aquella chica valiente y vivaz que conocí, la que tengo frente a mi se ve temerosa, apagada incluso vacía