—Nezuko.
Impotente. Iracunda. Se sentía una completa basura por ser de una especie que había causado tanto daño a la humanidad; pese a que ella jamás hubiera dañado directamente a los humanos e incluso los hubiera protegido, no dejaba de sentir esa rabia que la consumía lentamente por llevar la sangre podrida de Muzan.
—Nezuko.
¿Qué podía hacer para terminar con su calvario? La voz de Muzan seguía ahí, tan presente como cuando lo vio por primera vez, justo antes de que asesinara a su familia sin piedad alguna. Y le calaba hasta la médula, como el más frío de los inviernos.
—Nezuko.
Quería gritar, correr, huir de todo de una vez. Estaba comenzando a creer que eso era una pérdida de tiempo... Jamás iba a volver a ser humana. Jamás iba a volver a ser feliz. Quería—
—Por favor.
Y de repente, calma.
Esa voz.
La paz inundó sus malos pensamientos después de escuchar aquella voz masculina. Sonaba tan suave, pero a la vez, tan profunda que, de una u otra forma la hizo sentirse protegida de todo; sin embargo, también parecía preocupada por algo, pero, ¿qué?
—Despierta.
Y así fue.
Despertó de golpe, como si alguien hubiera recitado las palabras mágicas para ayudarla a salir de sus pesadillas; lentamente volvió a la realidad, dándose cuenta de que su cara estaba bañada en un sudor frío y su respiración era errática. Empero, su sorpresa se hizo presente al sentir el tacto de una mano ajena sobre la suya.
—Despertaste, Kamado-san.
Estaba apretando con fuerza la mano de Giyuu Tomioka.
Miró desconcertada al pilar de agua, que parecía llevar un tiempo sentado a un lado de su cama; giró su vista en todas direcciones, esperando encontrar a alguien más en la solitaria habitación, sin éxito alguno.
Por su parte, Giyuu parecía incómodo, como si quisiera preguntarle algo.
—Gra-gracias.
El hombre agrandó los ojos sin comprender el porqué de su agradecimiento; Nezuko agachó la mirada, centrando su atención en la mano que aún sostenía la del pilar. Por alguna razón, estaba segura de que la voz que la llamaba entre sueños, le pertenecía a él. Aunque juraba que anteriormente había sonado mucho más suave... Con más cariño.
—Tu voz me ayudó a despertar —añadió con una sonrisa—. Te agradezco por eso.
Notó cómo la mano del hombre se tensó después de haber dicho aquello, por lo que no pudo evitar fruncir el ceño con desdén.
—¿Escuchaste... Lo que te dije?
—Si —respondió dudosamente—. Me dijiste que despertara, ¿no es así?
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Posibilidad | GiyuNezu
Fanfiction[ H I S T O R I A - C O R T A ] Quería aferrarse a la idea de que lo único que la unía a él, era el sentimiento de culpa por no poder salvar a su hermano pequeño en el pasado. Necesitaba hacerse creer a sí misma que Giyuu solamente estaba con ella p...