-Todos queremos algo, ¿no es cierto? -preguntó un rubia divertida mirando a un chico con ojos mieles y lleno de pecas.
-¿Y si es alguien y no algo? -la miró detenidamente con una ceja elevada.
-¿Y quien es ese alguien? -volvió a preguntar chica ace...
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(¡ESCUCHAR LA CANCIÓN Y SI SE ACABA VOLVED A REPETIRLA!¡HARÁ QUE EL CAPÍTULO SEA MAS BONITO!)
A la mañana siguiente volvemos al búnker de los Argent y cerramos todo, la puerta principal, las trampillas de emergencia. Absolutamente todo, si eso nos puede dar tiempo, mejor.
—La puerta del túnel está cerrada —avisa Lydia antes de que cerráramos la principal.
—¿Creéis que los detendrá? —cuestiona Malia
—Probablemente no
—Seguro que no
—De ninguna manera —respondemos los tres a la vez, ella ladea la cabeza
—No esperareis que yo sea la optimista, ¿verdad?
Nos quedamos en silencio intenso y miramos los cuatro al congelador humano.
—¿A que temperatura puede helar esto? —pregunta Scott cuando nos acercamos
—Lo suficiente para un perro del infierno —contesta Lydia cruzándose de brazos— No es igual que el baño de hielo que hicisteis a Isaac para recordar, pero puede bajar la temperatura más de lo que un humano puede aguantar.
—Ósea, que tú no podrás hacerlo —la miro alarmada
—No, pero lo recuerdo casi todo de el —me intenta calmar, la miro aún sin creerla mucho— Me acuerdo que metió en un partido la pelota en la portería, salvando el partido. Me intento animar una vez que estaba llorando en el coche. Me salvo la vida cuando estaba en Eichen House y le besé una vez cuando tuvo un ataque de pánico. Cuando he dormido lo he recordado, se ha hecho una brecha y me ha pasado lo mismo que el Sheriff, le he visto, pero se ha cerrado la brecha de golpe.
—Vale, te creo, te creo. Tenemos que conseguir lo que has hecho —admito nerviosa
—Bien, pero ¿Que tiene que ver congelarnos con nuestra memoria? —pregunta Malia intrigada
—Reducirá tu pulso y te pondrá en un estado de trance...
—Como la hipnosis —le corta Scott
—Regresión hipnótica, si descubrimos cómo funciona.
—Aquí pone iniciar —enseña Malia un botón de activar y detener— quizá no sea tan complicado
Por el lado en el que vemos Scott y yo, hay un montón de cables, botones que girar y una válvula.
—Es complicado —comento
—Siendo optimistas, ¿cuánto tiempo creéis que será necesario?
—Tanto como Liam y Stilinski puedan darnos —habla Scott mirándonos a todos. Suspiro agobiada. El Alfa abre la cámara frigorífica e intentamos activarlo. Scott se quita la camiseta, será el primero en entrar e intentar recordar.
