Pareja Perfecta

CAPÍTULO 5

Noah

Me quedé dormido en esa maldita cafetería, sigo sin poder asimilar que otra chica me haya dejado.

¿Algo está mal en mí? No creo que merezca volver a amar.

Me levanto del sillón y me llega una llamada de Austin.

-¿Qué pasó?

- En serio estás mal... Wow. Tu padre me ha dicho que te avisara que su empresa está en bancarrota.

- No te creo, deja de jugarme bromas.

- Yo tampoco lo creía, revisa tu teléfono.

Cuelga.

Efectivamente, mi padre estaba cayendo con el de Blair, mi vida era un asco y mi cuerpo también.

Me voy a mi casa y me encuentro a mi padre, a mi madre y a ¿Milo llorando?

- ¡Allí estabas! ¡Te hemos estado buscando! ¡No seas imbécil! ¡Tu madre ha estado muy preocupada!

- Tranquilízate Adam, tus gritos no van a cambiar las cosas. Hijo, que bueno que estás en casa de vuelta.

Me abraza.

- ¿Terminaste con Rachel?

- Si... Si madre.

Empiezo a llorar en su hombro.

- Tranquilo, mi bello muchacho. Tranquilo.

Mi padre lanza un vaso a la pared, y éste se quiebra, casi lastimando a Milo.

- ¡No llores!
¡No seas marica!
¡Lo que me faltaba! ¡Tus problemas y que estamos en bancarrota!

Me jala de la camiseta. Mi tristeza inmediatamente se convierte en rabia.

- ¡¿Quieres arreglar las cosas como hombres?!

- No padre. No lo voy a hacer. Llorar no es de maricas, llorar no es malo, todos podemos llorar, independientemente de nuestro género.

- ¡No digas estupideces! ¡Pégame!- me da golpes en el pecho.

- ¡Adam! - grita mi madre.

- ¡No lo haré!

- ¡Sé un hombre!

- ¡Los hombres no son así como lo piensas!

Estaba a punto de explotar y de dar un golpe cuando mi hermano menor le pone el pie a mí padre para que se caiga al suelo.

Mi padre se pega en la cabeza, no es grave.

- ¡Deja de molestar a mi hermano! ¡Llorar no es de maricas, padre! Sin en cambio, actuar como un idiota es ser un asco de persona ¡Por eso te sale todo mal, porque eres una mierda!

Milo se sube a su cuarto y cierra la puerta fuertemente.

- ¡Me las pagarás niño estúpido!

Se levanta y me da un puñetazo en la cara.

- ¡Todo ha sido por tu culpa, Noah!

Mi padre se va de la casa. Esa es la razón por la cuál se están divorciando.

- ¡Noah! Hijo, ¿Estás bien?

- Si mamá, perdóname.

- No hijo, perdóname a mí por dejarte con él.

- Mamá, tranquila.

Abrazo a mi mamá. Voy al cuarto de Milo. Abro la puerta.

-Mils, perdón...