Un Cliché no tan Cliché

C A P Í T U L O 6

La detesto.

–¿Por qué tuvo que aparecer en la fiesta? –le pregunto irritada a mi amiga.

Nos encontramos en unos de los muebles, sentadas. Mirando como Lian se encuentra bailando con la zopilote pelirroja. Quién llegó a nuestro encuentro apenas y pusimos un pie en la fiesta.

Y pensar que comenzaba por caerme bien. Pero en estos momentos con el simple hecho de mirarla sonreír y bailar con Lian me hace detestarla. Se supone está seria una noche increíble para ambos. Claro también con Malory pero... el y yo. Me entusiame con la idea de venir más que nada porque él vendría. Pero nuevamente aparecio la dichosa Harper. ¡Ugh! Que feo nombre. Igual que ella.

Bueno, no era fea pero ¡ahh! ¿Por qué tenía que verse tan bien?

Traía puesto un vestido negro de tirantes gruesos, pegado hasta el culo para después caer en dos pequeñas capas, le quedaba entallado. Le marcaba su figura de manera increíble.

Admito que es una buena rival, que por ahora, me ha ganado pues el tonto de Lian se encuentra encantado de la vida bailando, platicando y sonriendo con ella.

–Basta Heather. –Malory acerca su mano a mi ceño fruncido para darle masajes– Pareces niña chiquita haciendo berrinche. Y ya deja de fruncir el entrecejo que te va a provocar arrugas. –me regaña.

–Pero míralos –los señalo– se la están pasando de lo mejor juntos, siendo que el debería de estar así pero conmigo y mientras tanto yo estoy aquí, sentada y sola.

–Heather, fuiste tú la que se negó a bailar. Y ¡oye! –me dio un suave golpe en el hombro– que no estoy pintada, no estás sola.

–Si pero no creí que la invitaría a ella también. Perdón Mal, sabes que no me refiero a eso.

–Bueno pero ya sabes que a Lian le encanta bailar, si tu te negaste era obvio que buscaría con quien hacerlo.

–¿Y por qué no contigo? Además, antes si yo no quería bailar se quedaba conmigo platicando. No se iba con nadie más.

–Ya, basta. Da igual con quién baile. Si no te diste cuenta, él te tomó en cuenta a ti primero, y cuando recién llegó Harper no fue a estar con ella, si no se quedó aquí contigo. ¿Eso no importa? –cuestiona.

–Está bien, tienes razón. Pero me dan celos Mal. –confieso sintiéndome realmente mal.

Se acerca y pasa su brazo sobre mis hombros dándome un pequeño abrazo, reconfortante.

–Lo sé, pero no por eso vas a dejar que tu noche quede arruinada ¿o si?, si estamos aquí es para divertirnos.

–Si, pero quiero pasarla bien como antes, los tres juntos.

–Ya habrá otras oportunidades. Además, él te a estado mirando de reojo cada cierto tiempo. –Le trato de prestar mas atención al rostro de Lian, para comprobarlo. Y efectivamente, él está buscando voltear en nuestra dirección. Entonces no me dejó tan en el olvido. –Vamos, demuéstrale que tú también sabes divertirte.

Asiento comenzando a sentirme un poco más animada que antes, me levanto para caminar hacia la pista de baile improvisada que se encuentra en medio del patio trasero de la fraternidad.

–Solo trata de no mirarlo, que yo me encargo de ver sus reacciones –me guiña un ojo y empieza a moverse al ritmo de la música. Trato se seguirla y hacerle caso, para demostrarle a Lian que si puedo divertirme incluso más que ellos.

Me encuentro levantando mis brazos moviendolos por mi cuerpo y al mismo tiempo meneo mis caderas lentamente, sintiendo la música fluir por todo mi sistema, le sonrio a mi amiga una vez más, antes de cerrar los ojos y dejarme llevar completamente. Trato de borrar a Lian, a Harper y todo esto que he estado sintiendo desde que lo vi con ella. Siempre he sido una chica feliz, que disfruta cada momento sin importar nada. Creó que lo más que he sufrido a sido cuando me dan cólicos menstruales de ahí en fuera nada me ha hecho perder mi felicidad. Incluso nunca he llorado por alguien, a menos, que sea por el fallecimiento de un familiar, que han sido pocos a decir verdad.