[2020] La vida de TN no ha sido nada fácil, ha tenido sus altas y bajas, pero cuando llega ese momento en el que tiene que preocuparse por su futuro decide convertirse en un héroe y para lograrlo decide matricularse en la U.A. Molesta porque ya no p...
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Una visita inesperada
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Habian pasado unos cuantos días después de ese anónimo regalo, hoy, por fin era viernes, única cosa que tenía alegre a TN. Esta se encontraba caminando a la U.A cuando de repente recibe una llamada que provoca que mire rápidamente el celular y al ver de quién trataba contesta la llamada alegremente.
—¡Dabi!— exclamó alegre mientras caminaba un poco más rápido.
—Hola Lawliet, espero no estar interrumpiendote— hablo desde su pequeño apartamento.
—No te preocupes, todo bien— afirmó.
—Te llamo para preguntar si podía quedarme hoy en tu casa— dijo mientras empezaba a caminar a su alcoba.
—Mm, claro, porqué no— dijo sin más mientras se miraba las uñas.
—Bien, nos vemos en la tarde— dijo mientras agarraba una mochila. —¿A qué hora sales de la U.A?— preguntó mientras agarraba unos boxers y los miraba.
—A las cuatro— dijo mientras miraba anonadada los múltiples árboles sakura que se encontraban por donde estaba pasando.
—Te veo a las seis— dijo mientras observaba la poca ropa que tenía.
—Vale ¡que emoción!— gritó alegre.
—Verdad que sí— dijo Dabi sonriendo levemente mientras metía ropa interior a la mochila. Al terminar de meter la ropa miró a la pequeña y vieja mesa de noche que se encontraba al lado de su vieja cama, donde sobre ella se encontraba el único retrato que se había llevado aquel día que decidió huir de su casa: el mismo retrato que TN tenía sobre su mesa de noche. Sonrió nuevamente para luego decir lo siguiente: —Gracias TN, gracias por todo— dijo mientras con su mano disponible agarraba el retrato en manos y a la vez recordaba como se conocieron.
—¿Eh? ¿De qué?— preguntó confundida, con un leve sonrojo.
—Por estar ahí para mí, siempre— TN sonrió ante la respuesta de su mejor amigo, a ella le encantaba cuando Dabi se ponía sensible, le recordaba a viejos tiempos. —Te quiero— dijo el pelinegro un poco avergonzado. TN sonrió conmovida ante sus palabras.
