Capítulo 2

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Había llegado sana y salva a su casa, pero sentía que iba a tener otro paro si seguía viendo a su entrenador de esa manera. Al menos no lo vería por el tiempo que le tomara recuperarse de su lesión.

En la universidad Elite de la ciudad, Bakugou terminaba sus clases de medio día (que habían sido modificadas exclusivamente para el)

-No entiendo por qué no dejas tu trabajo, es una pérdida de tiempo tratar con gente de clase baja y peor si son... Iu...obesos.

No le reventaba la cara a golpes por que era su profesor. Pero si lo veía despues de terminar la carrera lo dejaría sin dientes por lo jodidamente irritante que era.

-Me voy.

- toma mi consejo Bakugou, solo pierdes el tiempo en ese lugar. Te puedo conseguir un trabajo mejor catalogado para alguien de nuestra... Clase. Aun que no se por que trabajas cuando no lo necesitas.

-si, si, al carajo. Dije me voy.

Los pasillos de la UA ya estaban semi vacíos, su casillero como de costumbre tenía cartas de chicas... "Locas" pensaba este.

No pensaba en chicas desde... Desde aquel puto beso que le dio su mejor amigo.
Carajo, como odiaba recordar eso, estaba completamente psicoseado con que era gay hasta que sintió algo de satisfacción al ver a la gordita Uraraka. Ja, río para sí mismo. No debería  pensar en eso.

Sus padres nunca estaban, sus clases terminaban a las 6pm y a las 6am se preparaba para atender en el Gym. Su desayuno era saludable, jamás tomaba bebidas gaseosas y se acostaba siempre a la misma hora.

Ochako por su parte, empezó a comer saludable pero se comía un dulce de vez en cuando. Veía series hasta la madrugada y aún que no asistía a clases por su salud, ella no había avanzado ningúno de sus trabajos.

A las 6am Ochako lavaba sus dientes y Bakugou se dirigía a la ducha.

Se dijo a sí mismo que lo haría bien, se dijo a sí mismo que podía con ese peso... Se dijo eso a sí mismo  tantas veces que creyó creerlo, cuando no era así.

Midoriya era un chicle pegado a él desde el jardín, lo odiaba. Pero cuando crecieron y se sintió la atracción, le agarró un increíble cariño. Irían en unos juntos a la Universidad el siguiente año, pensó que tal vez con el tiempo seria un poco más... sinsero con sigo mismo sobre lo que sentía. Pero Midoriya murió camino a la escuela a la edad de 18 años en un día soleado, cuando un auto se descarrilo y lo impacto en seco contra la pared. Ambos murieron. El conductor y el joven Midoriya.

Ese día Deku llevaba su carta, por que se le iba a confesar.
Aún la tenía en una caja de sus cosas viejas, la leyó en su casa después de que la madre de Deku se la entregará en el funeral. Se hizo el fuerte por muchos días, siguió en su clases, en sus clases extras, en sus tutorias y clases particulares. Hasta que un día colapsó, no encontró en quien apoyarse más que en sí mismo y lloró de rabia e impotencia. Pero lo hecho, hecho estaba y su primer amor se había ido sin saber que si era correspondido. Jamás se pudo deshacer de él sentimiento de frustración, por eso una parte de él buscaba siempre darlo todo...

La biblioteca estába vacía aquel día, la ventana estaba abierta cerca de ellos y soplaba un fresco viento con olor a los árboles de cerezo.

-¡¡Mira kacchan!! El paisaje desde aquí se ve...

Bakugou lo vio con incredulidad pues odiaba que lo interrumpiera a mitad de su trabajo por una tontería así, quedaron muy cerca y las mejillas del peli verde si sonrojaron.

-l-lo siento creí que era muy lindo para que te lo perdieras... Soy un desconsiderado.

Se trago el mal genio que llevaba dentro y le dio un cabezazo para seguir con su trabajo. Sin darse cuenta se quedó dormido sobre los libros de ciencias.
Se despertó por que sentía la respiración irritante de alguien cerca de su cara y justo cuando iba a dar el grito de puta vida... Sintió una presión en sus labios.

Lo había besado dulcemente mientras dormía, creyó que sería la primera y última vez ya que Bakugou jamás lo aceptaría y se sintió terrible consigo mismo por a ver hecho tal cosa sin el consentimiento de este, despues de todo eran sólo amigos.

Se hecho ganas a sí mismo y se subió a su auto camino al Gym. Entonces vio a una gordita caminar por la costa de la playa "la mataré si es ella".

Detuvo el auto frente un poco más adelante de ella y salió completamente indignado.

-¡¡QUE CARAJOS ESTAS HACIÉNDOLO  URARAKA !!
-E-entrenador...
-¡¡SÚBETE AL MALDITO AUTO!!
-S-si -y entro corriendo.
-¡¡NO LO PUEDO CREER, ESTAS LASTIMADA MALDITA SEA!!
-Pe-pero ya me siento mejor - comenzó a llorar.
-¡¡UNA MIERDA ES SENTIRSE MEJOR Y LA OTRA ES ESTAR RECUPERADA!!
-¡¡L-lo siento mucho!! Pero deje de gritarme por favor...
-...
-Gracias. - se seco las lágrimas.
-Te llevare a tu puta casa una vez más, y vas a respetar el puto tiempo de reposo que te dio la condenada enfermera y cuando ya estés sana, iras a entrenar y te haré muy feliz dándote un entrenamiento más intenso.
-N-NOOO
-¡¡ENTONCES QUE PUTAS QUIERES!!
-Lo siento entrenador, no volveré a ser tan descuidada... Es solo que no quiero dejar de entrenar, estoy sintiéndome muy bien después de mucho tiempo y es en parte gracias a usted.- se sintió increíblemente alagado.
- como sea. No quiero más problemas, ponte el cinturón.

El que se premeditada como un grandioso día soleado de pronto se torno lluvioso en pleno camino a casa de Uraraka.

-Parece que atraes la maldita lluvia
-¿le molesta? A mi me fascina la lluvia

-¿Bakugou aún no ha llegado?
-Disculpe joven el aun no llega debe ser por el clima, espere con gusto en la sala número 3. Le llevare algo de tomar enseguida.
- no hace falta, puedo esperar. Gracias igualmente.
-Que extraño el nunca ha llegado tarde antes, y trabaja hace años con nosotros.

-Eres muy malo Bakugou
-o tu eres muy ingenua
-¡¡No soy para nada ingenua!! No por que seas mayor eres más inteligente que yo
- Pero lo soy
- pero eres un inmaduro, a todo esto ¿Que edad tienes?
-24
-oh
-¿oh?
-Yo tengo 18 entrenador, estoy en último año.
-¿Y quien te pregunto?
-Que malo es...
-Era una broma. Jaja- le hecho una mirada a la pantalla táctil de el auto y verifico que eran más de las 8. Su chico de hoy ya deberia hacer llegado. - debo irme Ochako.
-Que tengas buen día Entrenador Bakugou
-igualmente. - la miro fijamente y apretó con ambas manos sus rosadas mejillas. - no vuelvas a hacer estupideces idiota.
- ay ay ay - se sobo adolorida- ¡¡aun así no merecía eso!!
-No, no las merecías ahí. - no alcanzo a escuchar puesto que ya se había bajado de el auto cerrando con fuerza la puerta y se estaba despidiéndose con señas. - que suerte que no escuchaste maldita.

18 años recordó. Y dio marcha atrás el auto, para después acelerar y salir del recinto de departamentos.

Pero el realidad si alcanzó a escuchar, y cuando ya no  se divisaba el auto se agarro con fuerza la cara. Estaba tan nerviosa, tan ansiosa y emocionada. Dios, debía estar loca de solo pensar que el pudiera decirle algo así, tal vez sonó así pero no era eso...no podía ser eso.

En el auto no dejo de pensar en lo extraño que se sentía, que agradable sensación. Le recordaba a él.

- ¿tienes el número de la chica que llego hace poco?
-¿acabas de llegar y me estas pidiendo cosas?
-si maldita sea, lo putas necesito.
- no lo conseguirás así Bakugou. - la observo irritado solo unos segundos.
-Esta en el sistema ¿Necesita que le avise algo? - Por que carajos todo tenia que explicarse.
-DÁMELO.
-B-bien.-el daba miedo.

En la recepción del Gym un peli rojo esperaba  la atención de la recepcionista.
-Hola, bienvenido.-que bueno que el estúpido rubio no peleo más.
-Hola, me quiero inscribir. Soy Eijirou kirishima.
-será un placer.

Perdón por matará Deku:c jiji
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 La Gorda Uraraka. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora